Los ecuatorianos que migran a Estados Unidos quieren mejorar su estatus. En esa medida el Gobierno tiene que alinearse con las expectativas de la población.

Una relación cordial entre Ecuador y Estados Unidos permitiría establecer unos protocolos de intercambio, tanto de bienes como de servicios, de importación y exportación, pero sobre todo un trato digno a los ecuatorianos que aportan a la economía estadounidense. Ellos van a realizar un trabajo importante, realizan un aporte en la medida que pueden, en la medida que los dejan, y necesitan ser regularizados para que no sean sometidos a persecución.

Si se tiene claro el protocolo de atención al migrante, la estancia de los ecuatorianos en Estados Unidos podría ser más gratificante.

En este sentido, lo que el Gobierno de Estados Unidos tiene que considerar es que el migrante ecuatoriano es de un perfil trabajador, más pacífico y no delincuencial.

Las políticas entre ambos gobiernos deben estar orientadas a permitir la regularización de los ecuatorianos. Claro, también debe existir un control, nadie está de acuerdo con una migración desordenada y peligrosa, pero es importante que Estados Unidos atienda nuestros reclamos de manera clara y precisa.

Las principales olas migratorias se iniciaron a partir de los años 70 y 80, salieron sobre todo de las zonas del Austro. Lo hicieron aquellos que, sin saber el idioma, partieron rumbo a Estados Unidos para cumplir el sueño americano. En los años 90 la mayor parte de la migración ecuatoriana fue hacia Europa, principalmente a España e Italia. Ocurrió a raíz del feriado bancario, que causó un grave impacto en la economía nacional.

Después de una década de distanciamiento, la visita del presidente Lenín Moreno a Estados Unidos es importante para restablecer plenamente las relaciones bilaterales; pero también es la oportunidad para generar, en el marco de un control migratorio, protocolos claros que permitan que los ecuatorianos regularicen su estadía en territorio estadounidense y no sean objeto de deportación, además de brindarles opciones de empleo y seguridad. Los trámites migratorios suelen ser muy prolongados y ubican en el limbo a aquellos que buscan su regularización, sin posibilidad de trabajo. (O)