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Punto de vista

Lasso y el voto por el Vivir Mal

Lasso y el voto por el Vivir Mal
21 de marzo de 2017 - 00:00 - Ricardo Restrepo. Profesor de la Universidad Nacional de Educación

Los candidatos de derecha comparten la promesa de crear empleo, reducir la deuda, aumentar la inversión extranjera, hacer crecer el PIB y generar bienestar. La teoría es que reduces las protecciones sociales del salario mínimo, salud, educación y seguridad social y con ello bajas el costo de que los empresarios generen empleo y, por lo tanto, crean más empleo.

También reduces la deuda pública externa, atraes inversión privada, haces crecer la economía y voilà, con la subida de la marea suben todos los botes hacia el ‘Vivir Mejor TM’. Podemos mencionar tres experiencias para ver si la promesa es creíble. Lasso promete crear un millón de empleos. Macri prometió crear dos millones de empleos en Argentina. La campaña presidencial de Rodas prometió ‘Empleo y seguridad’. Todos han prometido traer inversión privada y hacer crecer la economía, para el ‘Vivir Mejor’.

Macri ganó las elecciones, pero aumentó el desempleo, aumentó la tasa de deuda y disminuyó el PIB. Todavía no se ven botes subir. Rodas no ganó las elecciones presidenciales, en parte por la ignorancia de datos básicos: estaba ofreciendo empleo y seguridad cuando nos encontrábamos con las tasas de desempleo y homicidio más bajas de la historia reciente del país. Por eso tuvo que contratar a Durán Barba, asesor de Macri, para hacer que, en sus palabras, este muchacho que no conoce Quito gane las elecciones, frente a un excelente alcalde. La promesa, la difusa idea de libertad. Comenzó con la celebración del 89% de aprobación popular, y dos años después ya había bajado un tercio.

Como parte de la Junta Monetaria en representación de la banca privada y como Superministro de Economía, de acuerdo con las cifras de la Comisión Económica de América Latina, Lasso impulsó políticas que causaron que el desempleo llegara al 14,4% en 1999 (casi tres veces que en 2015, 5,4%, la última cifra disponible); la tasa del PIB desacelerara 8% en 1999 respecto a 1998 (más que el doble que actualmente); la inversión extranjera directa fue $ 0 (¡!) en el 2000 comparado con los $ 1,321,000,000 en 2015; la deuda externa del Gobierno central subió a 94% del PIB, según cifras del Banco Mundial, equivalente cuatro veces lo que fue en 2016, 23%, esta vez sin carreteras, escuelas, universidades, hospitales e hidroeléctricas, de las que ahora goza Ecuador. En vez de la infraestructura para la garantía de derechos de la gente, Lasso multiplicó su patrimonio por un factor de 31 veces. Las políticas que él promete  ahora son del mismo corte y esperaremos el mismo efecto.

¿Dónde se iban antes los recursos? Con la pobreza disparada en una cifra del 44% y la separación de familias enteras teniendo a padres obligados a migrar, los ecuatorianos recuerdan algo: se alcanzó el Vivir Mal. Ese Vivir Mal, con Lasso como protagonista y beneficiario de esas circunstancias, fue lo que generó deuda social por el Buen Vivir, el cual se prometió en campaña pagar y al cual se viene aproximando en los últimos años, con salud, educación, vialidad, más igualdad y una de las matrices energéticas más verdes del mundo.

Veamos dónde se vive mejor, si en el Vivir Mejor de Lasso o el Buen Vivir de la Revolución Ciudadana progresando hacia los derechos para todos. Está en las manos de cada uno defender sus derechos con el voto por el Buen Vivir. (O)

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