Punto de vista
La historia de la wipala o supuesta bandera del Tahuantinsuyo
“Art. 2.- La bandera, el escudo y el himno nacional, establecidos por la ley, son los símbolos de la patria…”, así dice nuestra última Constitución. Considero un acierto decir que tenemos símbolos de la patria, que equivale a decir símbolos del Estado-nación. El problema es cuando se dice ‘símbolos nacionales’, porque está dicho que no hemos aclarado lo suficiente sobre la problemática de las nacionalidades. Si esta línea de base no está resuelta, ¿qué pasan a ser los llamados símbolos nacionales?
Los ‘símbolos oficiales’ de las naciones-Estados tienen dos caminos para considerarse como prototipos de los nacionalismos políticos. Tienen un significado fuera de las fronteras, ante gente de otros Estados; y uno diferente para las plurinacionalidades al interno de las repúblicas. Las banderas que identifican a una república son una especie de trajes con procedencia, o etiquetas ante otras entidades políticas que buscan marcas legalizadas. Dentro de esta misma república, en el supuesto que se pusieran en orden las cosas, cada nacionalidad debería identificarse con una bandera. Así enfrentada la teoría, Ecuador, como Estado-nación pluricultural, debería disponer de 14 banderas que identifiquen cada nacionalidad o etnocultura reconocidas como tales hasta la actualidad por el Estado. Pensar que las etnoculturas se agrupen bajo una sola bandera como tela simbolizante es un contrasentido.
Pero, ¿qué ha ocurrido en nuestra experiencia concreta? Frente al nacionalismo estatal al interno y por razones étnicas, en el caso ecuatoriano, los nacionalismos culturales han exhibido una bandera. Se trata de la confundida wipala de la época del Tahuantinsuyo, argumentando que sirve, sobre todo a las etnias andinas, para identificarse con tonos vernáculos frente a la cultura dominante y oficialista dentro del propio Estado ecuatoriano. Aclaremos que la wipala cuadrada, de todos los colores, pero en cuadritos (no rectangular), no ha sido difundida con una semanticidad integradora, sino como una remembranza tomada de la época del incario. Pensar en una bandera aborigen conocida como wipala con franjas transversales con los colores del arcoíris, aclaremos que se trata de otra wipala, aunque la palabra no le calza, porque se cree que fue emblema del incario usada en Cusco y resulta entender como una simbolización dinástica y conquistadora, sobre todo para las etnias ecuatorianizadas que soportaron su imposición. Para esta bandera se empleaba en quichua la palabra unancha, en las regiones altoperuanas. También se tiene como arcaísmo en el quichua ecuatoriano, al decir de Luis Cordero. El vocablo wipala solo significa bandera, en aimara.
Sus más próximos y justificados herederos son los bolivianos. La palabra no aparece en nuestros diccionarios quichuas: Luis Cordero, Julio Paris y otros no la ponen. Ni siquiera está en el trabajo de Diego González Holguín del quichua cuzqueño de 1608. Si es que la palabra wipala ha echado raíces en el actual Ecuador, seguro que vino con grupos mitimaes provenientes de lengua aymara. Esto indicaría que es emblema de sus antiguos desplazados, mas no de las culturas pre-quichuas ecuatorianas, ni de las quichuas que usan la unancha, que ahora la han reivindicado sin conciencia histórica. En Ecuador la han usado en levantamientos indígenas de finales del siglo XX, y se oye que la pronuncian juipala confundiéndola con la unancha. Un diccionario Queshwa-Castellano hecho en La Paz-Cochabamba en 1978 por Jesús Lara, señala como palabra más próxima la forma wiphi, con el significado de azote, látigo. Wikipedia dice que wiphai es una voz de triunfo, que se usa hasta hoy en los rituales solemnes. Vaya coincidencias del triunfalismo del azote. Bien vale que lean lo que explica Wikipedia.
La actual bandera del Cusco en 7 franjas con los colores del arcoíris, se dice que ni siquiera fue bandera del incario, sino de uso reciente, puesto que fue declarada como emblema de la ciudad por el alcalde de dicha municipalidad, Gilberto Muñiz Caparó, en 1978. Lo anecdótico está en que este alcalde tomó esta bandera luego que la había popularizado desde 1973, como emblema de una emisora llamada Radio Tahuantinsuyo que operaba en el Cusco, cuyo propietario era Raúl Montesinos Espejo. ¡Qué vergüenza pública para los líderes indígenas de Ecuador! ¿Con qué sentido se identifican con la bandera del Cusco? (O)