La diversidad cultural, patrimonio común de la humanidad
La Asamblea General de Naciones Unidas, en el año 2003 proclamó el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo al reconocer que la historia es producto de los aportes de civilizaciones, culturas y religiones y que su desconocimiento ha significado que las tres cuartas partes de los conflictos tengan una dimensión cultural, afectando la vida de los pueblos, los derechos humanos y la paz.
Para la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no solo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio para tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual enriquecedora.
Ecuador es un país con gran diversidad cultural expresada por las 15 nacionalidades y más de 38 pueblos indígenas; así como por la presencia del pueblo afro ecuatoriano, las comunidades montuvias y el aporte de personas de otro origen nacional, que según el INEC provienen de Colombia, Estados Unidos, Perú, Venezuela, Cuba, España, Argentina y de migración extra continental de África y Asia.
Por otra parte, pese al amplio margen de religiosidad católica, en el país se expresan otras denominaciones vinculadas a la Iglesia anglicana, ortodoxa, bahai, al Centro Islámico del Ecuador entre otros; y demandan reconocimiento a partir de la libertad religiosa; ante lo cual la Unesco promueve el diálogo interreligioso entre las diferentes tradiciones espirituales en un mundo en el que los conflictos intra e interreligiosos se intensifican, debido al desconocimiento de las tradiciones espirituales y de la cultura propia del otro.
Ecuador aún tiene el desafío de construir efectivamente un Estado plurinacional e intercultural; tiene pendiente romper el cordón umbilical para ser un Estado laico más allá de las normas, pero sobre todo está lejos de proclamar lo que Gandhi decía: “No quiero que mi casa esté amurallada por todas partes, ni mis ventanas cegadas, sino que por ella circule libremente la brisa que me aportan las culturas de todos los países”. (O)