Punto de vista
La crisis humanitaria en Siria
Siria se encuentra ubicada en la costa oriental del Mediterráneo. Su ubicación ha sido ambicionada por todos los imperios. Persas, griegos, romanos y otomanos controlaron sus puertos y el comercio mediterráneo. Después de la Primera Guerra Mundial, franceses e ingleses firmaron el acuerdo Sykes-Picot, se distribuyeron el control colonial sobre Siria, Jordania, Irak, Palestina y Arabia, sometieron al imperio otomano y facilitaron el negocio a las petroleras para que el transporte sea directo, sin pasar por el Mar Arábigo ni el Canal de Suez.
Siria se independiza en 1941 del dominio francés y luego de una larga inestabilidad política en 1970 asume el poder Hafiz al Asad, miembro del partido Baath Árabe. Hafiz era un musulmán chiita, minoría religiosa que contaba con el 13% de adeptos, frente a la mayoría suniita que tenía más del 70%.
En el año 2000 asume el poder Bashar al Asad, quien debe enfrentar a grupos islamitas interesados en controlar zonas de transporte de petróleo. En 2011 confronta duramente manifestaciones en el marco de la denominada Primavera Árabe, provocando el inicio de una guerra civil en la cual participan además grupos islamitas, como el Ejército Libre de Siria, Frente Islámico, Al Nusra y el Estado Islámico.
Las atrocidades ocasionadas han atentado contra la población civil y son cuestionadas por la comunidad internacional.
El conflicto provocó más de 22 mil muertos, 11 millones de desplazados, 3,9 millones de refugiados y 12,2 millones de personas dependientes de ayuda humanitaria. Sin duda, las víctimas más visibles de este conflicto y de la historia en la región son los niños y las niñas. Las Naciones Unidas, a través de un informe del secretario general, verificó 2.107 delitos graves cometidos por todas las partes en conflicto.
El reclutamiento y la utilización de niños es algo habitual en Siria. Aunque las cifras reales podrían ser más altas, las Naciones Unidas constataron que 271 niños y 7 niñas fueron reclutados y utilizados por grupos aliados al Ejército Sirio Libre, unidades de protección de la población kurda, el Estado Islámico y el Frente Al-Nusra.
Desde 1949 rige para la comunidad internacional la Cuarta Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra, normas sobre el derecho de los refugiados y los derechos humanos; en particular, el Protocolo Facultativo de la Convención del año 2000 sobre los derechos del niño relativo a su participación en conflictos armados.
Desde 2012, el Consejo de Seguridad de la ONU ha demandado al Gobierno de Siria y a los actores armados para que cesen los actos de violencia, pero esto aún continúa. Los niños sirios no saben de normas ni tratados, sienten la historia, la guerra y el fundamentalismo sobre sus cuerpos violentados; y pese a aquello, juegan y sueñan con el anuncio de un mundo diferente y posible. (O)