La calle será su espacio
El grafiti es una expresión gráfica que utilizan los jóvenes para indicar si están a favor o en contra de algo, en desacuerdo con la sociedad, con un Gobierno, con las autoridades o con el mundo mismo.
Se ha llegado al punto de que al grafiti ahora se lo ve como algo vandálico, por ser una forma de expresión contra las cosas, de no estar de acuerdo con algo o alguien, manifestándolo a través del dibujo.
Hay gente que lo ve como que el grafiti es solo dañar las paredes de casas y monumentos, cuando en realidad el grafiti va más allá y abarca muchos temas.
En la actualidad no se ve al grafiti como algo artístico, expresivo, sino como que daña el ornato de la ciudad o que se lo utiliza para indicar que existen pandillas en ciertos sectores. No se recapacita en que son grupos de jóvenes que buscan dar a entender su acuerdo o desacuerdo con algo.
Hay que tomar en cuenta que el grafiti es algo que está dentro de los ámbitos culturales de toda la sociedad, desde hace mucho tiempo.
En torno a lo que sucedió con el vagón del Metro de Quito que fue grafiteado, no estoy de acuerdo, pero creo que los chicos quisieron expresar algo que no les agrada. Tal vez no fue la forma, pero lo hicieron.
Creo que la manera de solucionar esa situación no era ofrecer una recompensa económica enorme para dar con las personas que lo hicieron.
Como iniciativas de inclusión, por ejemplo, se debería hacer un concurso entre grafiteros de varios sectores de la ciudad, para que justamente se sientan incluidos dentro de la sociedad.
Se debe también tomar en cuenta que los dueños de casa tienen que gastar dinero para volver a pintar o arreglar sus fachadas que han sido pintadas o rayadas, o destinarse recursos públicos para reparar y limpiar.
El grafiti debe ser, ante todo, una expresión artística, no debe estar manejado por signos en las paredes que solo manchan, dañan y no tiene buena vista, que genera malestar en la sociedad, porque lo perciben como que únicamente rayan y ensucian las paredes.
Si se lo hace bien, resulta que incluso aparecen personas que buscan a los grafiteros que hacen buenos dibujos para que adornen sus casas o den algún tipo de mensaje.
El reto de los jóvenes grafiteros es hacer bien las cosas, como iniciativa y creatividad, para que la gente deje de pensar que el grafitero es un vándalo o que no tiene conocimiento de nada.
La Alcaldía de Quito designó sitios adecuados en la ciudad para que se pueda grafitear, pero no siempre los espacios serán suficientes.
Se debe entender que, ante todo, el espacio para los grafiteros es la calle y que en el fondo lo que realizan es un tipo de arte.
Lo que ellos hacen es decir a la sociedad: aquí estoy o aquí estamos los jóvenes, aquí tenemos algo por comunicar o por expresar. (O)