Juan Manuel Santos sin sucesor
Santos, el presidente de Colombia, se retira sin un sucesor pese a que dos de sus cercanos colaboradores corrieron en las elecciones, como son el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y el exjefe negociador en el proceso de la paz con las FARC-EP, Humberto de la Calle. Detrás de casi todos los contendores estuvieron los líderes históricos de la política colombiana en los últimos 20 años. Álvaro Uribe apadrinó al primer finalista Iván Duque; Antanas Mockus hizo lo propio con Sergio Fajardo y el patriarca liberal, César Gaviria, apoyó a Humberto de la Calle. El izquierdista Gustavo Petro, segundo finalista, es un personaje antisistema que proviene de las filas ideológicas de una guerrilla retirada, y más bien es el resultado de la confluencia histórica de varios sectores de esa tendencia. Entre los temas que definieron la intención de voto en la mayoría de electores estuvo el conjunto de compromisos que se concretaron entre el Gobierno y las FARC-EP. En el proceso de paz se fueron posicionando dos tesis, incluso hasta el día de la primera vuelta: la paz con olvido y la paz sin olvido, cada una con ciertos matices. Estas posiciones se manifestaron en los discursos de los candidatos de distintas maneras, como en Duque el afán revisionista del acuerdo, en Humberto de la Calle su cumplimiento irrestricto, en Fajardo la pedagogía de la paz, en Petro el combate a las causas estructurales de la violencia y en Vargas Lleras su mejoramiento.
Debido a que una deuda histórica en Colombia es la reforma agraria, todos los candidatos quisieron llegar a ese sector con un mensaje de reivindicación, a través de propuestas que acerquen el Estado a los campesinos. Para nuestros vecinos este tema es clave, puesto que ahí se explica en gran medida la presencia de la guerrilla, la que con el tiempo contaminó su brújula ideológica por las alianzas con el narcotráfico y las actividades delictivas conexas. El problema del agro es estructural como la brecha entre ricos y pobres. La educación y la salud también fueron temas protagónicos en la campaña, debido a que en Colombia el acceso es insuficiente, de ahí las propuestas de los candidatos de convertir estas dos dimensiones en derechos mediante la universalización al acceso, mejorar su calidad y abrir sistemas de oportunidad.
El candidato que fue más contundente en ello fue Sergio Fajardo, quien logró ganar en la capital, Bogotá, y hacerse del voto del sector que mira a la academia como una posibilidad real de desarrollo. Las semanas que vienen son intensas y no estarán fuera del juego de la polarización. Duque y Petro afilarán estrategias para captar los votos de Fajardo. (O)