Italia ya es zona roja. Esa fue la decisión del Gobierno a través de un decreto. La gente se puso como loca, unos trataron de escaparse de la región de Lombardía, pero eso es una cuestión inútil. Las noticias y los decretos deberían anunciarse cuando ya sean disposiciones firmadas, no antes. Porque se habría evitado que la gente escape, sobre todo, ese peligro de llevar el virus a otro lado.

Primero frenar a los trenes, buses y aviones. Luego informar que no pueden salir porque todo está paralizado. Así no llevaban el coronavirus a otras partes de Italia y de Europa. Ayer fui al supermercado y ya tenemos que hacer filas para entrar. Solo puede ingresar un máximo de 10 personas, un poco más si el supermercado es más grande.

Las escuelas, colegios, universidades están paradas. También los conciertos, espectáculos, teatro y shows. Los bares cierran a las 18:00. Esas son la medidas que tomó el Gobierno por el incremento de casos de coronavirus en Italia. Hay otras medidas que son increíbles; por ejemplo: mantener un metro de distancia entre personas, los saludos con besos en ambas mejillas, como se acostumbra en este país, también están eliminados. Lo mismo darse las manos. Todos cerrados y encerrados.

Nada está muy claro. Todo el mundo podría repetir, con respecto al coronavirus, la frase que hizo famoso a Sócrates: “Solo sé que no sé nada”.

Efectivamente, después de más de dos meses de epidemia, hay una cantidad de preguntas que quedan en el aire sin respuestas o con respuestas contradictorias. (O)

Elva Fuentes
Ecuatoriana radicada en Milán