Guatemala atraviesa momentos difíciles, ya que el actual presidente Jimmy Morales le entrega un caos político a su sucesor Alejandro Giammattei, que fue elegido. Para evitar su propio enjuiciamiento, Morales puso fin al mandato de la exitosa Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Para mejorar las relaciones con EE.UU., el gobierno de Morales firmó un acuerdo para convertir a Guatemala en un tercer país seguro, que podría resultar en que cada año cientos de miles de migrantes centroamericanos sean devueltos a Guatemala desde EE.UU. Acuerdo que sobrepasa las posibilidades.

Alejandro Giammattei se enfrentará a problemas cuando sustituya a su predecesor Morales en enero de 2020. Pero la triste noticia es que es casi imposible que Giammattei cambe la miseria en la que se encuentra su país, porque él es parte del problema.

El político de 63 años encarna el sistema político corrupto tan odiado por la sociedad civil y contra quien la CICIG, junto con la Fiscalía de Guatemala, ha luchado con éxito en los últimos años. Anteriormente a su victoria, Giammattei ya se había presentado tres veces, sin éxito, como candidato presidencial, y cada vez para un partido diferente.

En documentos publicados por Wikileaks, se habla de que tiene buenos contactos con la mafia guatemalteca de la droga. Pero cuando el medio online “Nómada” le preguntó al respecto, Giammattei interrumpió la conversación. La CICIG también investigó a Giammattei. Hoy se ve a sí como víctima de la Justicia.

No se puede asumir que grandes sectores del electorado guatemalteco le hubiesen tomado mal tales acusaciones. En Guatemala, los delincuentes son considerados por muchos como ciudadanos de segunda clase. Siguiendo la línea, Giammattei anunció tratamiento más severo con respecto a los delincuentes: el nuevo presidente electo es partidario de la pena de muerte.

Pero el hecho de que Giammattei llegara al poder no se debe a su programa electoral, sino a una cadena de circunstancias: en la primera votación se benefició del hecho de que candidatos prometedores como la exfiscal general y luchadora contra la corrupción Thelma Aldana habían sido excluidos de las elecciones. (O)