Gattuso, educador de la mente
¿Quién no recuerda al controversial Gennaro Gattuso? Yo lo recuerdo más que a cualquier otro jugador del brillante AC Milan de la era Berlusconi, en especial entre los años 2002 al 2007. De no ser quien ha llegado a ser en el fútbol, Gattuso pasaría desapercibido caminando por la calle. Bajito y con las características de un obrero de fábrica (en el sentido de la humildad, descomplicación y sencillez).
En alguna ocasión, hablando con el entonces psicólogo del AC Milan (Dr. Bruno Demichelis), me surgió preguntarle quién era el jugador más fuerte o equilibrado psicológicamente de toda la plantilla. Este me respondió preguntándome cuál de todos ellos yo pensaba era el más fuerte. Para mí eminentemente era Paolo Maldini. Luego consideré a Clarence Seedorf y por último a Kaká. “¡Gattuso, Gattuso!”, respondió el doctor. “¿Gattuso?” respondí yo.
Desde ese momento inició mi interés en descubrir qué hace de una persona o atleta, aparentemente normal o inferior, alguien fenomenal. Gattuso tenía dos pies izquierdos. ¿Cómo llegó a convertirse campeón del mundo, capitán de su selección y hasta del glorioso AC Milan?
Gattuso hasta la fecha, se levanta visualizando su futuro. Esto lo hacía cuando jugaba con sus dos pies izquierdos hasta que acondicionó su mente a crearle su pie derecho.
Se enfocó en sus fortalezas (el perezoso toma por dadas sus condiciones innatas) y trabajaba en ellas aún más para que estas marcaran mayor diferencia contra sus adversarios. Trabajaba para los demás (característica de la generosidad y abundancia) hasta que para los demás se convirtió en indispensable.
El dominio de sus emociones y el enfoque constante en resultados buscados dieron a Gattuso una ventaja desmedida para alcanzar sus metas habiendo nacido netamente desfavorecido técnicamente para el fútbol. Esta misma estrategia la utiliza para manejar las múltiples empresas que ha construido con sus recursos. Se debe entrenar mucho más la cabeza que los pies. (O)