Gastos deducibles. El Maserati
El impuesto a la renta para personas naturales y sociedades en el Ecuador se calcula a partir de la utilidad gravable, esto es, de los ingresos gravados se restan los gastos deducibles. El gasto en una persona o sociedad es todo pago o erogación que de alguna manera afecta al patrimonio del individuo disminuyéndolo.
Cuando una persona adquiere un vehículo, un Aveo o un Maserati, y pretende usar el costo del mismo como un gasto deducible de impuesto a la renta es preciso determinar el uso que se dará al vehículo; si el mismo es para uso personal (ocio y recreación) siempre será considerado como no deducible, es decir, que no afecta al impuesto a pagar. Si el vehículo servirá tanto para actividades de la empresa o negocio y para uso personal es preciso establecer un porcentaje, bien sea por tiempo de uso o kilometraje, por ejemplo, para establecer el porcentaje que servirá como un costo deducible para el pago de impuestos (10%, 20%, 40%).
Una vez que hemos determinado el costo que será deducible del impuesto a la renta, se debe establecer el valor de la depreciación, esto es la pérdida de valor que tiene el vehículo en ese año, que no es del 20% anual como creen algunos. ¿Cuál es la vida útil de un vehículo en condiciones normales? Diez, quince o veinte años, por lo que el costo se distribuye para toda la vida útil del vehículo.
Y lo que no ha logrado el hombre lo consiguió la Ley de Régimen Tributario, esto es, que un Maserati y un Volkswagen sean iguales ante la ley. Esto en razón de que la adquisición de cualquier vehículo, vinculado a la actividad económica, será deducible hasta un máximo de $ 35.000; es decir que la compra de un Maserati por nada menos que $ 187.312, en el mejor de los casos, solo podría usarse como costo deducible, en quince o veinte años, hasta $ 35.000, norma establecida justamente para evitar que vehículos de media y alta gama erosionen la base para el cálculo de impuesto a la renta.
Las mismas consideraciones aplican al uso del IVA como crédito tributario, y al gasto de los intereses, de existir financiamiento.
En este punto, el problema de quien regala a su esposa un Maserati no son los impuestos que no se pagan sino que se deja la vara demasiado alta, y prefiero no pensar ahora qué le voy a regalar a mi esposa en su cumpleaños. (O)