Falta visión estratégica
Considero que estos casos de corrupción que han saltado a propósito de la investigación fiscal lo que hacen es agravar el problema respecto al gobierno municipal, que a lo largo de estos casi cuatro años se ha caracterizado por una falta de visión estratégica de hacia dónde quiere caminar la ciudad.
Eso ha sido reemplazado más bien por un conjunto de proyectos anunciados con alta parafernalia mediática y con gran gasto publicitario, pero que en su mayoría no han sido implementados, por una mala planificación y el pobre proceso de socialización con los vecinos. Incluso, en algunos casos por irregularidades de los propios procesos de contratación.
A esa falta de visión estratégica se ha sumado una ineficiente operación de las empresas públicas que tienen por encargo mantener la ciudad en buenas condiciones.
Por ello Quito, como nunca antes en su historia reciente, se ha visto inundada de basura en las calles y esquinas, con avenidas llenas de baches y el espacio público muy mal mantenido.
Incluso, el Centro Histórico, que es uno de los recursos estratégicos de la ciudad, con una lógica prácticamente de ausencia de control, de dejar que las cosas se hagan como la gente quiera y solo reaccionar en situaciones extremas.
Falta visión estratégica. Se ha visto una mala gestión en la administración de las empresas y la evidente carencia de liderazgo político para conducir el Concejo Metropolitano, que es un espacio multipartidario y, por tanto, de expresiones diversas.
Esa carencia de liderazgo ha hecho que el Alcalde más bien pueda sobrevivir en el Concejo juntando mayorías, posibilitando que los concejales, en algunos casos, participen en lo administrativo, cosa que está penada por la ley y que han significado un retaceo del aparato municipal.
Se han evidenciado seis o siete administradores en cuatro años en ciertas direcciones o empresas públicas, con un cambio continuo de gerentes, buscando más bien el conteo político antes que la eficiencia en la gestión.
Entonces el tema que saltó sobre la corrupción y que implica a concejales y funcionarios del Municipio, lo que hizo es agravar la situación de la ciudad.
La supuesta búsqueda de transparencia se ha visto afectada por temas como el de las denuncias en el proceso de regularización de taxis.
Además, en temas de contratos grandes que han llevado a cabo principales empresas del Cabildo como obras públicas y de transporte de pasajeros, cuyos principales personeros ahora están implicados y por ello algunos han huido.
Por todo esto, varios concejales piden que el Alcalde dé un paso al costado. Su permanencia en el Municipio corre el riesgo de sumir a la ciudad en una situación más grave, desde el punto de vista de los servicios públicos y la calidad de vida de los habitantes. (O)