El auge que tienen las medicinas alternativas es, entre otras cosas, porque las personas buscan tratamientos más accesibles, más baratos y probablemente más efectivos. Eso es lo que busca todo el mundo.

¿Qué ocurre con la medicina occidental y la formal en que se practica? Los costos muchas veces son altos, la accesibilidad es tan compleja que las personas se orientan hacia otras alternativas. Eso, aparentemente, es justo y las personas pueden escoger la línea que quieren.

Cuando uno ve las estadísticas, por ejemplo, tienen más apego el tema de usar la medicina natural, plantas, otras formas alternativas como la acupuntura, la homeopatía. Incluso, se asocia al tema de la astrología.

Entonces, como están dentro de esa misma visión, estas ciencias, o seudociencias como se las ha clasificado, son cuestionables.

El uso de medicinas alternativas es, en general, dudoso, porque no tienen suficiente evidencia de que produzcan los efectos de los medicamentos formales. Esa es una de las discusiones en la actualidad en el mundo.

Hay muchos países que han rechazado las prácticas de las medicina alternativas y de la homeopatía, porque no se tiene suficiente evidencia de que sean tan eficientes como sí lo es la medicina formal. Bajo esta perspectiva se han cuestionado incluso los principios activos que manejan. El tema de la similitud en el uso de los químicos que dicen tener para curar enfermedades, el uso de concentraciones en milimoles, tan pequeñas, se ha debatido mucho.

Un punto clave es que no hay un seguimiento como se hace en la ciencia formal. Por ejemplo, dar un medicamento a un grupo de pacientes con la medicina homeopática versus un grupo con la medicina tradicional y ver cuál es la eficiencia de uno y otro.

Se la acusa de haber utilizado estadísticas que no han sido comprobadas, como el número de médicos homeópatas y pacientes atendidos.

Pero la evidencia en realidad es un poco cuestionable. Eso ha generado una discusión en países como España, que no le da el crédito; EE.UU. y países europeos que también la critican. Lo curioso es que hay un sector que defiende este tipo de prácticas y hay testimonios de personas que dicen que les ha hecho efecto.

El problema básico de la homeopatía y las medicinas alternativas está en la evidencia científica. Como ahora se habla tanto de la medicina basada en evidencia, debe tener estudios grandes, estudios a doble ciego (caos y controles incógnitos), para evaluar el efecto real en las personas, porque podría ser más una apreciación del paciente que un efecto real del medicamento.

En este sentido, creo que todavía  se debería discutir más, hacer mejores análisis y caminar hacia la visión que está teniendo el mundo: medicina basada en evidencias, que es cortar la fe a las medicinas alternativas, que parecen tener la eficiencia que dicen tener. (O)