Como profesionales nos preocupa lo que sucede alrededor del Campo Singue, porque de alguna manera está involucrada la ética de colegas nuestros, cuando hay una variación tan sustancial entre valores de reservas reportados para la negociación de un contrato y los valores que ya se han producido que son significativamente más grandes que lo que sirvió para la renegociación.

Esa experiencia sirve para afianzar valores en los estudiantes, futuros profesionales, sobre la importancia del compromiso con el país reflejado en la ética en el ejercicio de la profesión.

Ante la posición de los representantes de la empresa (Gente Oil), no se puede hablar de beneficios para el país porque si yo negocio un contrato estimando unas reservas de $ 20 millones, lo hago con ciertos indicadores, bajo ese volumen de reservas.

Pero si a la final tengo reservas más importantes y he producido 5, 8 o 10 veces más de lo que tenía como reservas, significa que el Estado se perjudicó, que las condiciones no fueron las mejores para el Estado.

Si yo negocio con esos $ 100 millones que dice la empresa en 20 años y ya lo recuperó en cuatro años, los valores para el Estado fueron menores de lo que hubiera correspondido con los valores reales de las reservas.

Con respecto a la Ronda Petrolera, normalmente cuando se toman acciones o decisiones que han tratado de defender los intereses del país, siempre hay  voceros de las empresas privadas que argumentan que esas acciones o decisiones van a afectar las inversiones.

Pese a ello, la industria petrolera no ha parado y siempre han existido inversiones, porque el tema es de importancia en el mundo. Lo que sí hay que tener cuidado es que la información que sirva para negociar los próximos contratos tenga suficiente respaldo  técnico. (O)