Con dos semanas en cartelera a nivel mundial (con excepción de Japón), Ready Player One: Comienza el juego, basada en la novela homónima, se ha convertido en el mayor éxito de Steven Spielberg desde La guerra de los mundos (War of the Worlds) e Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal  (Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull), lo que evidencia que el género de ciencia ficción es el que más rentabilidad ha proporcionado al oscarizado cineasta estadounidense.

Ready Player One nos remonta a la época en que el nombre Steven Spielberg se convirtió en sinónimo de ciencia ficción, género que lo popularizó en todo el mundo.  Sus inicios se caracterizaron (en su mayoría) por producciones de ciencia ficción, fantasía y terror, en ocasiones como director y en otras como productor (Poltergeist, Twilight Zone: The Movie) o productor ejecutivo (Gremlins, Volver al futuro).

Otra de las características del director es su extensa colaboración con el compositor de música incidental John Williams, habiendo trabajado junto a este en toda su filmografía, a excepción de El color púrpura y El puente de los espías, en las cuales contó con la participación de Quincy Jones y Thomas Newman, respectivamente. 

La premisa de la cinta puede no resultar novedosa, ya que el tema de la realidad virtual se ha plasmado mucho en pantalla; pero la manera en que la historia plantea dicho tema es innovadora. La película nos ofrece un viaje nostálgico a través de la cultura popular (cine, televisión, música y videojuegos), principalmente de la década del 80; sumado a una trama que enlaza a la perfección el mundo virtual con el real y hace que tanto las acciones como decisiones tomadas en la fantasía repercutan en la realidad (como fue el caso de Inception).

La película es un absoluto deleite para todo el que sea fanático del cine y los videojuegos retro. El DeLorean, de la trilogía de Volver al futuro (Back to the Future) y el Hotel Overlook de El resplandor (con algunos de sus personajes icónicos), son varios de los elementos nostálgicos más destacados.  Además, la cinta está cargada de detalles y alusiones que pueden pasar desapercibidos para muchos; cameos de personajes del cine de terror como Jason Voorhees y Freddy Krueger, el auto de Batman de la serie del 60, las ranas mutantes del videojuego Battletoads y referencias a los directores de cine Robert Zemeckis y John Hughes.

El recurso nostálgico (especialmente de los 80) en los medios audiovisuales está en boga, ya sea aludiendo a la cultura de la época (Stranger Things, Mad Men) o implementando ciertos formatos (Thor: Ragnarok con su música a base de sintetizadores). (I)