¿El regreso de la guerra fría?
La reciente confrontación diplomática entre Rusia, Estados Unidos (EE.UU.) y los países europeos, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), nos llevan de regreso a un pasado reciente, que las generaciones actuales conocen, tal vez. solo en novelas de intriga o películas -antiguas para ellos-. Se trata de la confrontación entre esos países en el período denominado por la historia como la guerra fría.
Los episodios de expulsiones de diplomáticos e intercambio de espías, como medida de retaliación, eran frecuentes en una época en que la Unión Soviética (URSS), los EE.UU. y los Estados miembros de la OTAN determinaban el orden del sistema internacional.
Todavía más graves en la actualidad son los episodios militares protagonizados en la crisis Siria, que podrían desencadenar una guerra global. La lógica de esta guerra sobrepasa los criterios convencionales de guerra mundial, porque vincula Estados y actores no estatales que reivindican intereses propios en la geopolítica e influyen en el enfriamiento de las relaciones internacionales.
Estos hechos son un indicador de que el tiempo transcurre, sin embargo, los esquemas de poder e interés -la “real politik”- de los líderes internacionales son recurrentes y vuelven a viejas prácticas. Pero las condiciones actuales de la geopolítica mundial no favorecen el resurgimiento de visiones pasadas de la política internacional.
Probablemente, los asesores de seguridad y política internacional de los “líderes internacionales” sean discípulos -aprovechados o no- de escuelas de pensamiento, que creen en una dinámica global que responda a la confrontación entre potencias, al equilibrio del terror o a la guerra en diferentes escenarios.
Estas perspectivas realistas de las relaciones entre los diferentes actores del sistema internacional contemporáneo son peligrosas. Si los actores internacionales vuelven a las tendencias del pasado, las condiciones de desarrollo de sistemas de defensa y ataque han innovado y evolucionado de forma consistente, por lo que los resultados de una confrontación serían inimaginables.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha calificado el retorno al clima de guerra fría como peligroso, por la falta de mecanismos de consulta y de diálogo entre las diferentes potencias en la actualidad, una paradoja total en la era de internet y de los teléfonos inteligentes. (O)