Punto de vista
El modelo de desarrollo de la China supera el Consenso de Washington
La visita del presidente de China, Xi Jinping, a Ecuador se llevará a cabo esta semana, además realizará otras visitas bilaterales en América Latina creando vínculos más fuertes entre los dos continentes que están emergiendo a nivel mundial.
América Latina fue sometida durante mucho tiempo por el Consenso de Washington; la política neoliberal creada por Estados Unidos; un modelo que ha causado un gran daño al continente y ha sido rechazado por muchos gobiernos de izquierda desde inicios de este siglo.
Una nueva investigación encuentra que esos gobiernos estaban correctos para hacerlo. Un análisis del Banco Mundial demuestra que las economías de más rápido crecimiento durante el período de la puesta en marcha del Consenso de Washington fueron gobiernos que no solo rechazaron este dogma sino que siguieron o fueron fuertemente influenciados por el modelo de desarrollo socialista de China.
Modelos alternativos de desarrollo, incluyendo el Consenso de Washington, han sido un fracaso cuando los han comparado.
El término Consenso de Washington fue presentado por primera vez en 1989, por el economista estadounidense John Williamson; a pesar de que esta práctica política se inició a finales de 1970 - principios de 1980. El Consenso de Washington es una forma clásica del “neoliberalismo” que aboga por la privatización en términos de política económica y la minimización del papel económico del Estado.
Eso es la economía de goteo; la creencia de que si hay un crecimiento económico en todas las capas de la sociedad se beneficiarán automáticamente desde los más ricos hasta los más pobres.
Jurídicamente, el Consenso de Washington establece que el objetivo principal se basa en mayores garantías de las propiedades privadas. En lo político, a pesar de que afirma ser neutral, estas combinaciones de políticas favorecen evidentemente a partidos políticos capitalistas y conservadores.
En contraste la estrategia del modelo de desarrollo socialista de China que comenzó con sus 1978 reformas económicas, es radicalmente diferente.
China utilizó, de acuerdo a la fraseología de Xi Jinping en la política económica, tanto la mano visible; como la invisible; no solo en el sector privado sino también en el Estado. De hecho, en la propia China, como en el pleno del Comité Central del 18º Congreso del Partido Comunista de China que insistió: Debemos consolidar y desarrollar la economía pública sin vacilaciones, persistir en la posición dominante de la propiedad pública, poner en pleno juego el papel principal del sector de propiedad estatal.
China no se basó en el método de economía de goteo; pero, de acuerdo a su enfoque socialista emprendió programas masivos y conscientes dirigidos deliberadamente a erradicar la pobreza, no solo basándose exclusivamente en el mercado; pero deliberadamente utilizando el gasto de infraestructura del Estado para elevar el nivel económico y - legalmente garantizando la propiedad privada- dar un gran papel económico al sector estatal.
A partir de 1989, la fecha que inició el Consenso de Washington hasta el año 2015, los países de China, Vietnam y Laos se clasifican respectivamente en 1º, 2º y 3º a nivel mundial de los países en crecimiento per cápita del PIB. Estos tres países que siguieron o fueron influenciados por el modelo de desarrollo socialista chino; tuvieron crecimiento económico.
Desde 1993 hasta 2015 cuando los cuatro países puedan ser analizados basados en un modelo similar, China, Camboya, Vietnam y Laos se clasifican respectivamente en 1º, 2º 3ª, 4ª a nivel mundial de acuerdo al crecimiento del PIB per cápita. (Países con poblaciones menores a 5 millones o dominados por economías basadas en producción petrolera no están incluidos.)
El grado en que las economías influenciadas por el “modelo de desarrollo chino” superaron el promedio mundial fue enorme. A partir de 1978, la tasa de crecimiento de China fue casi seis veces más que el promedio mundial.
Desde 1989, China volvió a crecer casi seis veces más rápido que el promedio mundial, mientras que Vietnam y Laos crecieron tres veces más que el promedio mundial.
Este rango de crecimiento muestra que el modelo económico chino no solo produjo un crecimiento más rápido que las economías desarrolladas sino también las economías capitalistas en la misma etapa de desarrollo económico (nivel de PIB per cápita).
El “modelo de desarrollo socialista chino” también ha logrado superar las alternativas para reducir la pobreza.
A partir de 1981, China sacó a 728 millones de personas de la pobreza de acuerdo al Banco Mundial, en resumen un 83% del número total de personas que vivía en pobreza.
Además, otro país socialista, Vietnam, sacó más de 30 millones de personas de la pobreza utilizando los mismos criterios. La totalidad del resto del mundo, en el que el modelo dominante defendido por el FMI, fue el Consenso de Washington, con el cual solo ha sacado ligeramente de la pobreza a 120 millones de personas.
Los gobiernos de izquierda de América Latina que rechazan el Consenso de Washington tienen un rol muy importante.
Estos datos, por supuesto, también destruyen la afirmación de que el “capitalismo” ha producido un rápido crecimiento económico reduciendo la pobreza. Si el capitalismo fuera el motor de más rápido crecimiento económico y reducción de pobreza, entonces este crecimiento sería más rápido y habría una mayor reducción de la pobreza, en los países capitalistas.
El “modelo de desarrollo socialista chino; por lo tanto, fue un gran éxito, mientras que el Consenso de Washington fue un fracaso.
El desarrollo económico sigue siendo una de las cuestiones más fundamentales para la inmensa mayoría de la población mundial.
Cualquier análisis objetivo basado en maximizar el desarrollo potencial de un país sería, por lo tanto, comenzar con el “modelo de desarrollo socialista chino” y rechazar el “Consenso de Washington”. (O)