Punto de vista
El grupo etario es mencionado en malas noticias
Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la construcción de las ficciones que hacen tolerable la vida cotidiana, y una de ellas es la creencia en una opinión pública ilustrada. Desde esta visión, la construcción de agendas de discusión cotidianas parte del uso que los medios hagan de la información y su manera de asimilar y segmentar el mundo.
Es así que las diferentes pluralidades y formas de vida humanas encuentran cabida en los medios de comunicación en la medida que logran visibilizar ante ellos y captar su atención. El camino inverso es que los medios decidan dar el paso de salir a buscar la diversidad humana y reflejarlo en sus notas.
De allí que la inclusión y generación de notas relacionadas con la diversidad humana son una especie de encuentro que permite construir y deconstruir discursos desde y para esa ficción necesaria llamada opinión pública, y que es la que conduce adecuada o inadecuadamente hacia la creación de políticas públicas, en la mayoría de veces gracias a la presión y la movilización.
Específicamente en el caso etario, es importante generar espacios para las diferentes edades, pero eso no pasará de ser una especie de democratización forzada del mensaje, que da forma pero no fondo a la polifonía de voces (como el espacio intercultural en los medios televisivos y radiofónicos). Solo logrará superar esa visión demasiado posmodernista en la medida que se asuma a la ciudadanía intergeneracional como un todo, como un ciclo de vida, como un todo en proceso continuo cambio y con derechos y necesidades específicas.
Cada segmento de vida necesita su espacio y los medios de comunicación son los espacios ideales para que esas diversidades se visibilicen. Esta colaboración entre medios y los diversos grupos implicados en el ciclo de vida puede redundar en un aprendizaje del ejercicio de los derechos de los adultos mayores, jóvenes, niños y adultos.
En cuanto a la formación de los periodistas en temas de vejez, es esencial, pero solo eficaz en la medida en que asumamos que hablamos de ciclos de vida. Hoy, como joven o como adulto sé que soy parte de un ciclo que me llevará tarde o temprano hacia la vejez, por lo que es importante asumir las ventajas y limitaciones de cada edad. En el caso periodístico, la formación desde una óptica de ciclo de vida ayuda a tener una visión más integral y solidaria.
Los medios no asumen la edad como un factor para entender el ejercicio de los derechos y de ciudadanía. No por un problema intencional, sino porque la estructura mediática está hecha para informar sobre lo noticioso y novedoso. Un adulto mayor, lastimosamente y desde esa óptica, solo es noticia cuando sus derechos se vulneran, pero no cuando los ejercen, y eso marca un abismo grande. De allí que también es importante incorporar este tipo de lógicas a la formación del periodista. En el ejercicio profesional es importante también asumir una posición desde la cual mirar e interpretar el mundo. El medio que desee dar pasos hacia un enfoque distinto de los temas debe estar dispuesto a refrescar con cierta continuidad el espacio desde el que mira al mundo. Esto, sin duda, le posibilitará ver a segmentos, como el del adulto mayor, desde ópticas distintas a la de la clásica indefensión o de sector vulnerable. (O)