“El Gobierno muestra voluntad de cambio, sobre todo en respeto al libre ejercicio”
Ecuador es signatario de tratados internacionales como: la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 de Naciones Unidas (ONU); el Pacto de Derechos Civiles y Políticos de Costa Rica de 1968 y la firma del Acta de Chapultepec, más allá de todos los instrumentos en materia de derechos humanos y humanitarios.
Esto quiere decir que hay correspondencia en los tratados internacionales y no se contradice, se tenga vinculación con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en materia de derecho civil, libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de opinión.
El reingreso a la SIP es muy saludable para Ecuador desde cualquier punto de vista, porque además le exige que lo que trate en esta materia vaya con estándares internacionales.
Ecuador se adhiere como un país democrático, libre de transgresiones a todo lo que significan las libertades.
Los principales beneficios para la libertad de expresión son que el ciudadano va a estar garantizado en cuanto a lo que establece la Constitución por parte del Estado. “Que se exprese y opine con tranquilidad”. Mientras hayan más tratados en términos de respeto, el ciudadano tiene más garantías.
El Gobierno anterior fue un “transgresor de las libertades” y eso lo establece el informe del Comité de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, en junio de 2016 y el Examen Periódico Universal (EPU), donde además se estableció que Ecuador era deudor respecto a la libertad de expresión.
Comparado con el período actual, hay un cambio sustantivo en la medida de que el Gobierno ha oficiado una reforma parcial en la Ley Orgánica de Comunicación, donde uno de sus grandes hitos tiene que ver con la eliminación de la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom), el linchamiento mediático, y la censura previa.
El actual Gobierno ha mostrado voluntad de cambio, sobre todo en el respeto al libre ejercicio, no solo de la prensa sino de cualquier ciudadano. “Esto era inimaginable en el tiempo de Correa”.
Una tarea pendiente de cualquier Gobierno administrando el Estado es desbaratar la estructura de propaganda como un aparato ideológico para los ciudadanos”. (O)