El desarrollo territorial y la Academia
El debate del desarrollo territorial en el país perdió fuerza en los últimos 14 años gracias a un ejercicio centralista, anacrónico y poco funcional del Estado y de la visión y rol institucional en los otros niveles de gobierno. Un marco normativo que habla de autonomía y ordenamiento territorial que nada ha logrado en este sentido, convirtiendo la institucionalidad local en limitados administradores de servicios públicos y muy lejos de gobernar ciudades. Tema poco debatido, documentado y de relevante importancia por los significativos niveles de concentración, disparidad económica, social y productiva en términos territoriales, en los que se observa distintos ritmos y niveles de crecimiento y desarrollo en cada ciudad, configurando patrones de organización territorial que refuerzan un proceso de desigualdad que limita el crecimiento y bienestar de la sociedad.
La UIDE ha apoyado una investigación científica en este sentido a través de la publicación de un libro de mi autoría: “Desigualdades territoriales en Ecuador: Una perspectiva estructural desde las ciudades. El libro pretende analizar el nivel de desigualdad de las ciudades del Ecuador con un enfoque de deficiencias estructurales, incorporando una visión más amplia del concepto de desarrollo a través de una perspectiva territorial.
La investigación termina agrupando a las ciudades del país en siete conglomerados homogéneos en su interior y diferentes entre ellos estructurados sobre una base estadística de indicadores económicos, sociales, institucionales y de productividad subnacionales. Se caracteriza a cada conglomerado por niveles de desarrollo, desde el más rico al más pobre, alejándose del análisis clásico a través del PIB per cápita claramente insuficiente para expresar una realidad que no debe ser explicada desde la macroeconomía, sino fundamentalmente desde el territorio, por ser el espacio de interacción cultural, económica y social en el que se construyen su desarrollo de manera colectiva con su propio sentido de pertenencia e identidad.
Los resultados no son para nada halagadores pues se refleja una dramática realidad por la magnitud de la desigualdad territorial y con una clara tendencia a persistir y ampliarse. Queda a disposición de la sociedad ecuatoriana un libro que aspira a convertirse en un aporte desde la academia para estimular el debate político y económico en un tema que se lo ha soslayado por mucho tiempo, lo cual es un grave error dada la dimensión del atraso en la mayoría de las ciudades con las graves consecuencias que vivimos actualmente y más aún con la imprevisibilidad de lo que traerá el futuro. (O)