El autismo vive entre nosotros
Según Naciones Unidas, el autismo es una discapacidad que se manifiesta en los tres primeros años y proviene de un trastorno neurológico que afecta el funcionamiento del cerebro, con independencia del sexo, etnia o condición socioeconómica de los niños.
Se caracteriza por deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal, comportamiento y actividades restringidas y repetitivas.
La Organización Mundial de la Salud para 2012 consideraba que la media de prevalencia en el mundo era de 1 por cada 62 personas, sin embargo, en Ecuador según el Ministerio de Salud, para 2016 existían 1.258 casos, este dato en razón del subregistro según los padres y madres de niños autistas. En todo caso, esta prevalencia preocupa por la afectación al ejercicio del derecho a la salud, educación, capacitación e inclusión social, pese al trabajo con ONG y el sector privado; en particular por las consecuencias en los proyectos de vida de los niños, sus familias y la comunidad.
En 2017 un equipo de investigadoras de la Universidad Andina Simón Bolívar levantó el informe denominado “Determinación Social del Autismo en Ecuador”; en el que se destaca que el autismo es multicausal e incluye la intoxicación con metales pesados como mercurio, plomo, monóxido de carbono, patrones genéticos y ambientales, así como del contexto que afecta el “cerebro social”, lo que significa desde la perspectiva de la epidemiología crítica que podría estar asociado con patrones de exposición a sustancias geno y neurotóxicas de los niños de diferente clase social y en el marco de un modelo económico agroindustrial y extractivo que ocasiona la contaminación de ríos y estuarios en los que se recrea la vida familiar y comunitaria.
Naciones Unidas designó el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo que nos recuerda que el diagnóstico, investigación e intervención apropiadas son vitales para el desarrollo de la persona; pero es preciso reflexionar sobre los modelos de vida que en términos mundiales influyen para sostener con equilibrio el planeta y la dignidad humana. (O)