En la actualidad los vehículos no tripulados poseen una gran capacidad de transmitir en tiempo real datos de alta calidad a un menor costo que cualquier otra tecnología convencional, siendo usados en aplicaciones industriales, científicas, transporte y seguridad. Pueden incrementar la capacidad operativa en la administración pública; sistemas de seguridad, vigilancia y defensa; investigación y desarrollo; protección al ambiente; y, empresas privadas. Para esto utiliza una gran variedad de misiones (tareas programadas) que permiten cumplir el objetivo en grandes extensiones de territorio durante largos periodos de trabajo.

Una de sus principales ventajas es la reducción de costos ya que al emplear sistemas logísticos inteligentes como planificación de ruta y cálculo de tráfico, el consumo de combustibles disminuye, así como la gestión operacional y el mantenimiento. Por otra parte, su mayor problema es la autonomía energética que la tecnología actual puede proveer pues hasta el momento solo se utilizan baterías como principal fuente de energía, en ciertos prototipos se ha experimentado con celdas de combustible que podría ser el futuro en los sistemas no tripulados para superar este inconveniente.

Un ejemplo de la eficiencia energética en sistemas no tripulados es su aplicación en el comercio electrónico, que aún se encuentra en desarrollo. Amazon está realizando pruebas de campo con su drone Prime Air para entregar paquetes de no más de 2.3 kg en distancias de vuelo no mayores a 30 minutos, también se encuentra el Parcelcopter de DHL que puede llevar paquetes de hasta 1.2 kg en una distancia máxima de 1.5 km, con esto se busca cubrir la logística que representa la última milla de las cadenas de distribución que son consideradas las más caras y complicadas de organizar en la distribución comercial.

El transporte de pasajeros y de carga son las actividades de mayor consumo energético, en este contexto, existen vehículos con capacidad de conducción autónoma que utilizan su posición exacta dentro de la ciudad y carretera para establecer rutas, considerando obstáculos, estado de las vías, congestión vehicular, accidentes, entre otros, lo que reduciría los consumos de energía de manera significativa.

Los sistemas de optimización de los planes de ruta, que trabajan en tiempo real utilizando algoritmos genéticos, redes neuronales y bases de datos de los diferentes sistemas de transporte, calculan la distancia óptima para cumplir el recorrido planificado considerando variables exactas como ángulos máximos y mínimos entre las curvas y proximidad entre vehículos.

La interacción entre el ser humano y las máquinas, tiene un gran potencial para incrementar la eficiencia en el uso de los recursos energéticos, considerando que son limitados y costosos.