El rol de Ecuador en un contexto de pugnas
La política internacional es una dimensión en donde grandes potencias se encuentran en una constante disputa sobre diversos espacios, ya sea en el ámbito económico, geopolítico y hasta el virtual. Durante las dos últimas décadas, Estados Unidos viró sus esfuerzos para enfocarse en la estabilización de la zona del Medio Oriente, lo que provocó que China, como poder hegemónico ascendente, aprovechara para ganar influencia en América Latina, una región que desde que se planteó la famosa doctrina Monroe mantuvo un mayor apego hacia la potencia norteamericana. No obstante, durante los últimos años, la política exterior estadounidense ha retomado las acciones necesarias para mantener un papel preponderante en los asuntos regionales.
Dentro de este juego de las grandes potencias, la política exterior de los estados pequeños como Ecuador puede partir desde dos posiciones. La primera es la de adoptar un rol reactivo e ideologizado hacia la situación de inestabilidad global, la cual se puede propagar como resultado residual de las pugnas hegemónicas. Mientras que la segunda opción es conservar una perspectiva pragmática para lograr acaparar los beneficios que se puedan desprender de dicha situación. En este contexto, el reciente viaje del presidente Moreno junto a miembros de su gabinete hacia Estados Unidos y el anuncio del vicepresidente Sonnenholzner de visitar China a finales de marzo demuestran que la opción del pragmatismo es la característica definitoria del accionar ecuatoriano.
En el contexto de la visita oficial a Washington, las reuniones mantenidas entre los mandatarios y autoridades de ambos estados el pasado 12 de febrero han sido fructíferas para el país, según lo anunciado por medios oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores. Se han comunicado los avances bilaterales en temas de seguridad, economía, justicia y educación. En este último ámbito hay que destacar dos aspectos: el primero es que se reveló que 200 profesores estadounidenses capacitarán a educadores ecuatorianos en la enseñanza del idioma inglés, lo cual traerá beneficios para el sistema educativo nacional. No obstante, hay que tener en cuenta que Estados Unidos mantiene en su territorio a 32 de las 50 mejores universidades del mundo, lo que sin duda lo convierte en un espacio que el Ecuador debería aprovechar de mejor manera para lograr avances en favor del mejoramiento de la calidad de la educación superior del país. (O)