El discurso patriarcal es aliado del abuso sexual de niños y niñas
El patriarcado sostiene en general la idea de superioridad del hombre sobre la mujer en la familia y en el ámbito público. En lo privado define el rol de la mujer respecto a actividades domésticas, cuidado de los hijos, proyecciones académicas etc. y, los roles en la sociedad en lo económico, laboral, político, cultural y religioso.
El esquema patriarcal reproduce las relaciones de desigualdad entre los géneros en el proceso de socialización con niños, niñas y adolescentes (NNA); quienes junto con las mujeres son objeto de cosificación, apropiación, discriminación y violencia.
El discurso patriarcal que sostiene que la violencia de género, el abuso sexual y la violación de niños y niñas en el hogar son problemas de orden familiar, de pareja o es un asunto privado da paso a mantener y justificar prácticas socioculturales de abuso y violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes que se debe combatir.
El abuso sexual, así como la violación y secuestro de una niña en la provincia de Sucumbíos en días recientes, evidencia la existencia de prácticas de coerción física, presión o engaño, que deben ser consideradas como violencia sexual; además se debe reconocer que la asimetría de edad, bloquea toda posibilidad de relación igualitaria, lo cual debe ser investigado y sancionado por las autoridades.
El Comité de Derechos del Niño, en septiembre de 2017, observó al Ecuador, expresando su preocupación por la violencia, malos tratos y descuido de NNA, la violencia de género; la situación de los niños de minorías étnicas y grupos indígenas; así como la ausencia de un órgano rector de las políticas de niñez y adolescencia, la falta de coordinación interinstitucional y, la justicia juvenil; retos que debemos afrontar desde el enfoque de derechos humanos.
La violencia y el abuso de NNA en la sociedad ecuatoriana demanda de estrategias estatales y sociales que fortalezcan la perspectiva del interés superior del niño, su prioridad absoluta, su desarrollo integral y la constitución de una magistratura ética en defensa de sus derechos aún acéfala. (O)