Defender la dolarización
La imagen internacional del país cambió desde que el presidente Lenín Moreno y su administración tomó medidas para solucionar el problema de la corrupción, especialmente con el Gobierno anterior con el que marcó distancia.
Esa señal alertó a los gobiernos, como el de EE.UU., al cual el exmandatario criticó y cerró puertas. Ahora, hay acercamientos con ese y otros Estados, incluso una muestra del nuevo clima de negocios fue la visita del vicepresidente de ese país, Mike Pence.
La nueva imagen también abrió la puerta para que los organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), estén dispuestos esta vez a ayudar a Ecuador a cubrir sus necesidades fiscales debido al mal manejo económico que hubo en el Gobierno anterior. Esa es la consecuencia más importante de las políticas económicas del mandatario Moreno.
Una vez conseguidos los préstamos, el riesgo país bajó. Eso significa que hoy, Ecuador y sus empresas pueden endeudarse a tasas más baratas. Eso es un alivio en estos momentos.
En esta acción hay que ser muy francos: a la larga, el FMI entrega un préstamo eventualmente para volverlo a cobrar. Cuando se piensa en las condiciones que puso para dar un préstamo (carta de intención), el organismo internacional lo que trata de planificar es cómo esa economía (en este caso Ecuador) va a devolver el préstamo. Por eso, pone medidas que alienten la economía para que ese monto sea cancelado.
Pero allí viene una disyuntiva. A veces, cuando el fisco posee dinero, tiene la intención de cobrar impuestos más altos (o generar más impuestos). Eso va en detrimento de la recuperación económica, teniendo en cuenta que Ecuador tiene una economía estancada.
Hoy en día no es recomendado aumentar impuestos. Esa es una parte negativa de la carta. Pero lo positivo es que, a nivel interno, el FMI nos obliga a tomar decisiones que se estaban posponiendo, específicamente con la reforma laboral.
En Ecuador, con o sin el Fondo, necesitamos una reforma que facilite la contratación, pero que a su vez no disminuya los derechos de los trabajadores. Eso permitirá que los empresarios puedan contratar, que incrementen los niveles de producción y que los obreros puedan tener horarios y contratos flexibles (...).
También se debe destacar las acciones del país para acercarse al Foro Económico Mundial, a la Alianza del Pacífico y sus gestiones para la exoneración de la visa Schengen para ingresar a la Unión Europea.
En adelante, el país debe defender la dolarización porque eso ha impedido llegar a extremos como Venezuela. Además, debe hallar mecanismos para aumentar la demanda laboral, para internacionalizar el sector financiero y atraer inversiones, no solo de extranjeros, sino también de ecuatorianos. (O)