El clóset en que vivimos
El desafío de vivir con libertad y garantía de derechos sigue presente en Ecuador, las varias formas de discriminación hacia nuestras identidades se manifiestan en todos los niveles socio-económicos y que también tiene que ver con el Estado como principal garantista de derechos.
Aún en pleno siglo XXI no somos considerados grupo de atención prioritaria, mucho menos, ver materializada al fin una política pública que, de manera integral, nos garantice equidad de condiciones y una vida libre de violencias.
Cada 28 de junio en algunos países del mundo conmemoramos el día internacional de la lucha LGBTI+, luego de que -hace 51 años- en los Estados Unidos se haya iniciado una revolución por el reconocimiento de los derechos de quienes fueron y también de quienes seguimos siendo en el presente mal llamados “minorías”.
Pero esa misma revolución tuvo un rostro, tuvo un nombre y apellido, fue Marsha P. Johnson quien lanzó la primera piedra con la cual se rompió el silencio que hace varios años oprimía a las personas LGBTI+ cuyas características eran ser latinas, afrodescendientes, pobres, homosexuales, mujeres trans y vih+.
No podemos olvidar que varias conquistas de Derechos Humanos en el mundo, no se dieron en el marco de la buena voluntad política de turno, de hecho, costaron vidas y para otros, el precio fue ocultarnos en el clóset.
Y al hablar de clóset es necesario hacer hincapié que este jamás será un espacio seguro para ningún ser humano y que de hecho existe más de un tipo, por ejemplo, el clóset de la xenofobia, el del racismo o de quienes se esconden por su apariencia física, así también de quienes por amar de manera diferente nos seguimos ocultando.
Cambiar esta realidad depende, desde aquel joven que cuestiona sin miedo a sus colegas profesionales del arte que ridiculizan a las personas LGBTI+, también de quienes aprenden amar a sus hijos dejando de lado el temor al qué dirán, hasta la acción de aquel medio de comunicación tradicional que rinde homenaje por primera vez en la historia del país a las personas LGBTI+ a través de su portada principal durante un mes entero, tal como lo hace Diario EL TELÉGRAFO.
Para valorar a la diversidad, el presente será siempre el mejor momento. (O)