Mientras que en julio de este año, la Organización Mundial de Comercio (OMC) anunciaba con preocupación que las medidas restrictivas al comercio se mantenían en un nivel excepcionalmente alto, estimado en $ 339.500 millones; China suspendió las importaciones del camarón ecuatoriano, que le reportan al país más de $ 3.235 millones.

Con pretexto de proteger a las personas, los países adoptan medidas sanitarias y fitosanitarias que utilizan como un medio de discriminación arbitrario e injustificable para proteger la producción local, aplicando restricciones encubiertas al comercio internacional. Así lo hizo Brasil contra el camarón ecuatoriano, aduciendo objetivos de “salud animal” aplica medidas que en el fondo son de protección a los productores brasileños, sin que se pueda justificar real y efectivamente el consumo de camarón ponga en riesgo la salud. La reunión del Consejo General de la OMC de mayo de este año ya manifestó su preocupación sobre el acceso al mercado brasileño de los bananos ecuatorianos. En la reunión también se discutieron las medidas fitosanitarias relativas a la agricultura china.

La flagrante discriminación injustificada por China contra Ecuador y prohibida por el Acuerdo del GATT queda en evidencia cuando cuestiona las mismas medidas que aplica cuando provienen de otros países. Mientras aplica medidas sanitarias para suspender la importación de camarón ecuatoriano para protección a la salud humana; comparece como tercero ante el Órgano de Solución de Diferencias en desacuerdo con las reglas de etiquetado dolphin safe para la comercialización de atún en EE.UU., que busca el cumplimiento de estándares de pesca que minimicen riesgos para los delfines, derivados del uso de distintos métodos de pesca en varias zonas del océano. En este caso el Órgano de Apelación determinó que no se demostró que la regla de etiquetado dolphin safe otorgue a los “productos importados del territorio de cualquiera de los miembros un trato no menos favorable que el otorgado a productos similares de origen nacional y productos similares originarios de cualquier otro país”.

Es preciso que Ecuador haga valer sus derechos ante China y la OMC en defensa de su soberanía; y los ecuatorianos asumamos como propia esta defensa ante un producto que es patrimonio de todos. (O)