Chile 1962: el fútbol de patadas asesinas
Pelé fue eliminado a patadas en el segundo partido de Brasil, pero en Chile sucedieron cosas peores. Cuando los jugadores italianos salieron a la cancha para enfrentarse a Chile, repartieron claveles entre el público, pero fueron despreciados. En la segunda fecha del grupo 2, los espectadores no estaban nada contentos con la ‘azzura’. Un corresponsal italiano había escrito que Santiago era una ciudad “afligida por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, miseria y alcoholismo”.
Los diplomáticos chilenos en Roma se lo contaron a su gobierno, y este a la prensa. En ese partido, que Chile ganó 2-0, los locales tuvieron el permiso del árbitro para ser violentos, y los europeos, no. Leonel Sánchez, la estrella chilena, repartió puñetazos con impunidad. Los italianos respondieron, y sufrieron 2 expulsiones. Al final ocurrió lo que se conoce como la “batalla de Santiago”, en la que los carabineros tuvieron que intervenir.
En el primer partido del grupo 1, los soviéticos vencieron a Yugoslavia con otra batalla de por medio. La tensión entre Nikita Kruschev y Tito se trasladó al juego con un desenlace fatal. Aunque el árbitro no lo sancionó, la federación yugoslava expulsó a su capitán, Muhamed Mujic, por una falta que le causó una fractura expuesta de tibia y peroné al ruso Eduard Dubinski, jugador del CSKA de Moscú que tuvo un desenlace trágico: en 1968, una complicación derivada de la fractura se convirtió en sarcoma, y le tuvieron que amputar la pierna, pero eso no lo salvó de morir al año siguiente, en 1969.
También hubo partidos memorables, como el 4-4 que logró Colombia tras ir perdiendo 1-4 contra la URSS, con un gol olímpico —el único en un mundial— de Marcos Coll a la “araña negra” Lev Yashin.
Sin Pelé, Brasil encontró su camino al bicampeonato en las piernas desiguales de Garrincha, y en Vavá y Amarildo. El técnico de España, Helenio Herrera (que años después ganaría la Champions con el Inter), se burlaba: “¿Quién conoce a Amarildo?”. Pero lo conoció demasiado cuando el sustituto de O Rei marcó los 2 goles que eliminaron a los ibéricos.
Brasil venció a Chile en semifinales y a la Checoslovaquia de Josef Masopust en la final, en un partido en el que Vavá saldría como el primero —y único— en marcar en 2 finales seguidas. (O)