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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Barcelona ya no vive de recuerdos

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Hace 19 años que Barcelona no ilusionaba tanto a su gente en el plano internacional. Las grandes participaciones del equipo amarillo eran parte del recuerdo nada más.

Pero la noche de ayer, el ‘Ídolo’ rememoró esos momentos brillantes de su historia eliminando al linajudo Palmeiras de Brasil, en Sao Paulo.

Y sin dejar olvidado su sello de ganar a lo Barcelona, con sufrimiento, con dificultades, con uno que otro error que le agreguen picante al logro.

Perdió, se engulló un par de goles, falló un penalti, pero avanzó gracias a las manos de Máximo Banguera y a las piernas de todos los que pudieron actuar en el partido de octavos de final ante el campeón de la Copa de 1999.

El cuadro de Guillermo Almada se plantó como en su época dorada, de igual a igual, sin miedos, con confianza y optimismo y le quitó tintes de estilo brasileño al rival.

Una vez más, el ‘Coloso de América’, como repite a cada tanto Carlos Alfaro Moreno -uno de sus vicepresidentes-, mostró aplomo de pies a cabeza y llegó a su objetivo como cuando derrotó a Atlético Nacional de Medellín, Botafogo y Estudiantes de La Plata.

La derrota 1-0 fue el margen de error que se permitió para llevar la batalla a los penaltis donde Banguera se vistió de Carlos Luis Morales y José Francisco Cevallos, para llevar a su equipo a jugar contra otro brasileño.

Los zagueros, salvo el error al tomar las marcas en el gol del ‘Verdao’, anularon la mayor parte del partido a los delanteros y volantes que trataron de llegar con peligro al área.

Pedro P. Velasco y Mario Pineida no atacaron tanto y cuidaron de excelente forma sus bandas, Darío Aimar volvió a ser el líder y Xavier Arreaga volvió a estar impecable, borrando la mala imagen que dejó contra Botafogo en Guayaquil y frente a Nacional de Medellín en la ciudad colombiana.

Oswaldo Minda cumplió, dejó todo lo que pudo en el campo, pero la media exige el retorno de Gabriel Marques; y Matías Oyola una vez más fue el todólogo del campo. Capítulo aparte para los velocistas de ataque: Marcos Caicedo, Érick Castillo, José Ayoví y Jonathan Álvez, mantuvieron a la mitad de Palmeiras sin pasar la media cancha. Faltó el gol para evitar el sufrimiento de los penaltis.     

Si Guillermo Almada logra acercar a muchos de sus jugadores al gran techo que tienen de acuerdo a sus características y virtudes, y Damián Díaz vuelve a ser el ‘Kitu’ de los títulos 2012 y 2016, Barcelona, señoras y señores, está para grandes cosas. Que la suerte de su próximo rival sea la que tuvieron Emelec, Cerro Porteño y Bolívar en los cuartos de final de 1990, 1992 y 1998. Que se repita la historia, pero que el final sea feliz. (O)

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