En América Latina hay falta de sintonía
En la educación superior hay avances notables, pero también es cierto que cuando uno mira país a país, sobre todo en América Latina, hay una falta de sintonía y convergencia en la política pública.
Falta mayor integración curricular, una política que nos ayude a garantizar que el sistema público reciba mayor financiamiento del proyectado.
A mi juicio, el sector privado tiene un crecimiento sin regulación, que se ha transformado en un negocio, que en definitiva no hay un nivel de pertinencia.
La mayoría de países tiene una deuda pendiente y los gobiernos deben ser capaces de crear un acuerdo que permitan que más estudiantes ecuatorianos vayan a Chile y viceversa, para que los currículos sean flexibles y comparables, de tal manera que se contribuya a formar un profesional con competencias para el mundo globalizado, pero que mantienen una perspectiva crítica y constructiva para pensar el desarrollo de su país.
Creo que es el desafío que la Organización Universitaria Interamericana (OUI) está de alguna manera contribuyendo a hacer un diagnóstico, pero no es suficiente porque es un instrumento que coayuda, pero el mayor compromiso está en los gobiernos de los países para ver que el mejor instrumento de movilidad social y desarrollo de un país es la educación, pero no puede quedar a libre albedrío del mercado, sino fundamentalmente de un estado que se empodere y que tome decisiones, con una política pública, no solo en materia de educación superior; sino en todo el sistema educativo.
Si uno compara el sistema de educación superior de América Latina y el Caribe de unos 15 años atrás con el de ahora, diría que ha dado pasos firmes, consolidando un nuevo sistema.
Siento que falta ser capaces de reconocerlo y de entender que si logramos trabajar unidos, podríamos tener un sistema propio. No es justo compararnos con Europa y Asia, en donde la identidad cultural es distinta y la historia en sí misma ha sido otra. Siendo países tan similares no hemos sido capaces de formar proyectos más unívocos, con respeto a las identidades, pero que nos podrían llevar a ser bastante innovadores sumando esfuerzos. (O)