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Ecuador, 26 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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1974: Johan, el humeante

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“El fútbol me lo ha dado todo, fumar casi me lo quita”, decía Johan Cruyff en una propaganda contra el tabaco en los noventa. La estrella del poderoso Ajax de los setenta fue la figura del conjunto holandés apodado “Naranja Mecánica” en Alemania 1974, Mundial al que no solo llenó de fútbol, sino también de humo.

Al final de cada primer tiempo, un asistente ya le tenía un cigarrillo encendido. Así tendría tiempo de fumar dos en el descanso. ¿Cómo podía un jugador llevar el ritmo por 90 minutos con dos tabacos en el medio? Tal vez nunca lo sabremos. Lo cierto es que Cruyff era especial, y no venía solo.

La selección de Holanda había clasificado al Mundial de Alemania sin mayores sobresaltos. Aunque en su grupo empataron a 10 puntos con Bélgica, la diferencia de gol era abismal: los holandeses habían marcado el doble.

Todo marchaba bien bajo el mando del entrenador checo Frantisek Fadhronc, salvo por un detalle: él no era Rinus Michel, el técnico que había dirigido al Ajax que era sensación. Así como Cruyff distinguió en “Pep” Guardiola a un verdadero cerebro, Michel había descubierto a Cruyff, y había inventado el fútbol total.

Pero el humo del tabaco no era la única estela que dejaba Cruyff. Jugar contra Holanda era quemarse, como descubrió el seleccionado argentino en el primer partido de la segunda fase del Mundial. Despachados por 4-0 (Cruyff marcó los dos primeros goles), la humillación para Argentina fue tan grande que para el siguiente certamen, organizado por ellos, solo quedaban dos jugadores, que habían estado en el banquillo: Mario Kempes y Ubaldo Fillol. Brasil tampoco fue rival, aunque su derrota, por 2-0, fue mucho más decorosa.

En la final, Holanda marcó a los 2 minutos, sin que ningún alemán tocara siquiera la pelota. ¿El artífice? Cruyff, víctima de una falta en el área. Pero la selección anfitriona le dio la vuelta por medio de Paul Breitner y Gerd Muller, quien con este gol se convirtió en el máximo anotador de la historia de los mundiales, marca que mantuvo por 32 años.

Aunque el Mundial fue la consagración de Franz Beckenbauer, al hablar de 1974, la atención siempre será para Johan Cruyff, capitaneando al campeón sin corona. (O) 

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