¿Ingerir una aspirina a diario puede ayudarme a prevenir infartos?
Además de ser un analgésico potente que ayuda con el dolor de cabeza, algunos médicos recetan aspirina para prevenir apoplejías e infartos. Además, varios estudios indican que también pueden reducir las probabilidades de que las personas padezcan ciertos tipos de cáncer. Pero no todos deberían tomar las pildoritas blancas. Es necesario hablar primero con el médico. Sobre este tema, muchos especialistas coinciden en que una dosis baja (de hasta 75 miligramos, que es menos que la aspirina infantil) puede ayudar a los pacientes que ya tuvieron (o tienen riesgo elevado de tener) un infarto o una apoplejía.
Para quienes tienen un riesgo bajo de padecer una enfermedad cardíaca, los efectos secundarios potenciales, tales como hemorragias internas o úlceras estomacales, podrían superar a los beneficios preventivos. Mike Knapton, director médico asociado de la Fundación Británica para el Corazón, indicó que para las personas que han tenido infartos, trastornos de angina, algunos tipos de derrames cerebrales o enfermedades que afectan a las arterias, una dosis baja de aspirina al día puede impedir que ocurran nuevos episodios.
La razón es que la aspirina inhibe la adherencia de las plaquetas en los vasos sanguíneos reduciendo la coagulación de la sangre. Pero las investigaciones también señalan que el fármaco no necesariamente previene episodios cardiovasculares en personas sanas. Más bien, los riesgos de tomar una dosis de aspirina al día superan los beneficios de tomarla en el caso de personas que nunca han tenido este tipo de trastornos señaló Mike Knapton, en una entrevista realizada por BBC Mundo.
Algunos estudios desarrollados en Reino Unido han señalado que, en muchos casos, tomar el fármaco puede tener más riesgos que beneficios.
Uno de los efectos secundarios de este medicamento es la posibilidad de una hemorragia interna, incluida una cerebral.
Según le explicó a BBC Mundo Donald Singer, profesor de farmacología clínica del departamento de Medicina de la Universidad de Yale en Estados Unidos, “por su efecto descoagulante, la aspirina puede provocar hemorragias por ejemplo en personas que tienen una úlcera estomacal o intestinal, y en ciertos casos también puede producir hemorragia en el cerebro”.
En el caso de las personas de 60 años que toman una dosis diaria de aspirina por 10 años, los riesgos de sangrado en el aparato digestivo aumentan de 2,2% a 3,6%, y en una proporción pequeña de los casos, 5%, puede llevar a la muerte.