¿Has escuchado decir que ayunar te ayuda a adelgazar, desintoxica el cuerpo o te provoca decaimiento, sueño, baja tu metabolismo y te produce gastritis? Vamos a desmentir y confirmar algunos mitos.

Varias personas ayunan por razones religiosas. Por ejemplo, el ayuno cristiano lo utilizan para aclarar la mente antes de tomar decisiones y orar; los judíos lo aplican por Yom Kippur, el día de arrepentimiento; los israelíes ayunan una vez al año como un modo de purificación.

Por las razones que sean, ayunar es abstenerse de comer, total o parcialmente, lo que impide que el cuerpo reciba la energía y nutrientes necesarios para vivir. Pensar, caminar, levantarnos y cualquier actividad que realizamos consume energías. Según la nutricionista Francisca Cifuentes, ayunar fuerza al organismo a autoconsumir su propia energía, haciendo que su metabolismo se acelere. Nuestro cuerpo es tan inteligente que —durante el ayuno— lo mínimo que ingiramos no lo transforma en energía para usarla ese momento, sino que la convierte en un depósito de grasa porque sabe que más tarde no va a recibir alimentos.

El ayuno provoca alteraciones a nivel gastroenterológico como gastritis, esofagitis o colon irritable. “Puede inducir a una desnutrición, una descompensación del organismo y decaimiento”, dice el gastroenterólogo Enrique Carrera. El único ayuno recomendable es posterior a una cirugía y previo a ciertos exámenes médicos.

Ambos coinciden en que no se debe ayunar si el objetivo es adelgazar, pues tiene el efecto rebote y vas a subir de peso más de lo que perdiste.

¿Ayunar baja el rendimiento deportivo? Para la nutricionista este mito es certero porque quien hace ejercicios necesita fuentes de potasio y energía: “Quien come, no mucho, antes de ejercitarse quema más calorías y tiene mejores resultados”. Pero para Carrera, salir a caminar o entrenar sin desayunar no afecta al organismo ni a su rendimiento.

Francisca Cifuentes recomienda un ayuno controlado, no más de 3 días, lo que puede traer ciertos beneficios, como desintoxicar el organismo, mejora el funcionamiento del tracto intestinal permitiendo a la persona ir más veces al baño y eliminar toxinas. Pero igual habrá decaimiento. Para Carrera —en cambio— existen otros métodos como comer saludablemente y hacerse chequeos médicos frecuentes que ayudan a purificar el organismo.

En definitiva: ni nutricionista ni gastroenterólogo recomiendan ayunar. Hay más consecuencias negativas que positivas. Sugieren crear planes dietéticos aptos para cada persona. Ayunar ¡mal plan!.

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