La pandemia agravó la situación de las personas sin techo
El confinamiento, los controles de bioseguridad, los toques de queda y otras medidas de control debido al covid-19, han puesto en evidencia una pandemia tan peligrosa como el coronavirus: la mendicidad.
En las calles de Quito, especialmente en las zonas de la 24 de mayo, la Plaza Grande, San Francisco, entre otras - se observa una recurrente presencia de personas durmiendo en el suelo, tapados con periódicos o cartones; algunos pidiendo caridad, otros simplemente ofrecen malabares o interpretan canciones, a cambio de unas cuantas monedas.
Lo cierto es que la crisis económica derivada de la pandemia empeoró la condición de pobreza extrema. Si bien no hay un censo oficial, cifras del Municipio de Quito y el Patronato San José dan cuenta de que al menos hay 10.000 personas sin techo o indigentes. (I)