Dime de dónde vienes y te diré qué mascarilla tienes...
La mascarilla pasó de ser un accesorio primordial para protegerse de contagios por covid-19, a un accesorio en las prendas de vestir.
Hay ciudadanos que miran este artículo como complemento de prevención y es suficiente con llevar en su nariz y boca el modelo básico (tela textil con resorte), pero hay quienes van más allá y hasta lo emplean como un adorno.
En las calles de Quito se observan modelos con fondos oscuros y dibujos con espeluznantes colmillos, otros adornos bordados y tejidos de encendidos colores con flores y elegantes encajes.
Hay quienes prefieren llevar en alto su nacionalidad. En la capital es muy común observar motivos con la bandera de Ecuador, Colombia, Venezuela e incluso países como Cuba y Perú.
Incluso hay modelos para los más pequeños. Padres llevan en sus brazos a sus pequeños con las mascarillas llenas de dibujos de Mickey Mouse, Dragon Ball, Pepa Pig, Hello Kitty, Pocoyó... El diseño depende de su inquietud.