Duarte unificó liderazgo de PAIS y estructuró apoyos
Cuando se le pregunta a un militante o dirigente de PAIS en Guayas cuál es la causa de su contundente victoria electoral en esta provincia, otrora bastión de la oposición, todos ofrecen diversas respuestas, pero hay un denominador común: la organización.
La campaña de 2009 fue un fiasco. Efectivamente, Rafael Correa ganó aquella vez la reelección en primera vuelta, pero en las otras dignidades hubo decepción. La prefectura y la alcaldía de Guayaquil se perdieron y se retrocedió en el número de curules en la Asamblea, luego de la abrumadora mayoría de Montecristi.
Había un liderazgo disperso. Estaban María de los Ángeles Duarte, Pierina Correa, Leonardo Vicuña y Nicolás Issa Obando en la cúpula provincial. Cada uno representaba una corriente de PAIS, por lo que el trabajo no era coordinado.
Con ese antecedente hubo una fecha clave. El cambio empezó a gestarse el 18 de agosto de 2012 cuando se realizó en el coliseo Voltaire Paladines Polo de Guayaquil la convención provincial de PAIS.
Aquella fue la única convención local que contó con la presencia de Rafael Correa, lo que dejó entrever la importancia política del evento. El Primer Mandatario se cercioró de que Duarte fuera escogida como directora provincial. Kléber Loor fue nombrado subdirector y la gobernadora Viviana Bonilla, secretaria.
Con un liderazgo unificado y con semejante respaldo, Duarte inicia la tarea de superar las divisiones internas. Su gestión al frente del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) le permitió tener contacto con casi todos los alcaldes del país.
En ese ambiente muchos burgomaestres, aún de manera privada, le aclararon su disposición de hacer público su respaldo al Gobierno. Algunos incluso querían sumarse de manera activa a la campaña. Pero Guayas es especial. El respaldo de los alcaldes de la provincia donde la oposición se consideraba fuerte era clave, simbólico, un golpe de efecto.
Con ese conocimiento, el Ministerio Coordinador de la Política organizó reuniones periódicas en Guayaquil entre los alcaldes y autoridades gubernamentales para acercar posiciones.
Paralelamente, Duarte se dio a la tarea de convencer a los dirigentes oficialistas en Guayas de aceptar el respaldo de otros alcaldes. Ella misma reconoció que había reticencia a permitir el respaldo de alcaldes electos por agrupaciones de la “partidocracia”.
Con el lema “todo apoyo es bueno” la Ministra convenció a sus coidearios. A los alcaldes solo se les puso una condición: cualquier acuerdo político solo era válido para las elecciones de 2013. Un eventual respaldo en 2014 requeriría de otras conversaciones.
Finalmente, en diciembre, 15 alcaldes de Guayas expresaron su apoyo con la aclaración de que era gratuito, es decir, que no buscaban nada a cambio. Simultáneamente marchaba otro proceso. El prefecto Jairala había estructurado su movimiento local: Centro Democrático. Fue el primero en inscribirse, mucho antes que Madera de Guerrero.
Sus simpatizantes llevaban meses recorriendo las calles de las poblaciones de la provincia y sus dirigentes se capacitaban semanalmente en formación política. En septiembre Jairala y Correa inauguraron la vía Naranjito-Marcelino Maridueña.
La química política sorprendió a todos. Los pobladores de Guayas rural saludaron a ambos con el mismo entusiasmo. Una multitud los aclamó en el acto oficial.
Semanas después circuló una encuesta de Perfiles de Opinión que daba a Jairala una aprobación de su gestión del 90%, cifra de la que en este país solo gozaban Correa y el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
El Prefecto consideró que lo mejor era apoyar a Correa y a sus candidatos a asambleístas en la provincia. En realidad su meta, como lo reconocería después, es su reelección en las seccionales de 2014.
Pero Jairala, al igual que Duarte, afrontó reticencias de sus coidearios en Centro Democrático porque algunos querían ser candidatos. La convención de su tienda política se pospuso varias veces hasta que en noviembre el Prefecto ofreció una entrevista donde anunció su apoyo personal a Correa. Días antes había hecho lo propio Nebot con Guillermo Lasso, por lo que su reacción no podía esperar más.
La convención de Centro Democrático ocurrió finalmente el 8 de noviembre. En la tarde de ese día se ofreció una rueda de prensa donde surgió el lema “Jairala con Correa”. A partir de allí, el Prefecto, cada vez que podía, aseguraba que lo mejor para Guayas era la continuidad del actual Gobierno.
Así las cosas, el apoyo de las autoridades locales fue casi unánime. En la oposición abierta y formal solo quedaron los alcaldes de Guayaquil, Durán y Samborondón.
Duarte entonces empezó a estructurar la estrategia de campaña. Lo primero fue dividir tareas. Como son cuatro circunscripciones se estableció que el “cabeza de lista” dirigiera la promoción en su área.
Otro asunto fue dejar en claro, como ella mismo dijo, “aspiraciones personales”. Se trabajó por la plancha. De esta forma todos los candidatos se unieron a lo que repetía Rafael Correa en cada parada: “todo, todito 35”.
Los afiches, volantes y comerciales en los medios de comunicación no debían promocionar figuras sino privilegiar el respaldo a la lista completa. Con ese esquema y apoyo, PAIS barrió en Guayas. En la circunscripción 4, que aglutina a los cantones fuera de la capital provincial, el oficialismo obtiene los 5 escaños en juego.
En los otros distritos se alcanzaron 3 ó 4 curules, por lo que se estima que en el Guayas rural el apoyo de los alcaldes y prefecto fue decisivo.
ESCRUTADO EL 81.86%
Circunscripción 4 Guayas
PAIS 63.60%
PSC 10.42%
PRE 5.83%
PSP 4.02%
Prian 3.65%
Avanza 3.62%
Partido SOcialista 2.90
Suma 2.80
MPD - PK 2.21
Ruptura 0.95