Las manos de Luis Chandi (58 años) son gruesas. Esa cualidad, además de su fuerza, le sirve para moldear con perfección raíces y troncos de árbol que encuentra al filo de cascadas, ríos o en montañas, y convertirlos en bastones espirituales. Así llaman al madero que entregan en ceremonias ancestrales a líderes indígenas al inicio de sus funciones. Desde hace más de 12 años, Chandi  se dedica a la confección de  bastones. En 2009, la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) entregó una de su creación al presidente saliente, Rafael Correa, en La Chimba. Y este 25 de mayo se hará lo mismo con el presidente electo, Lenín Moreno, en Cochasquí (Pichincha).   El bastón es de madera tupial, una especie rara de encontrar en los bosques, porque, según Chandi, Rafael Correa es igual a esa madera. “Es el tipo de personas que solo vienen cada 100 años”. Recuerda que la recogieron junto a Juanita Caravero, una ‘mama’ como llaman “a las mujeres sabias”, en el trayecto de Lloa a Mindo.  La elaboración le tomó más de tres meses (64 horas). En “sueños” recibió las imágenes de los símbolos que colocó. Ese bastón tiene el rostro de un abuelo con una diadema “símbolo de jerarquía y señorío”, en la parte de arriba. Mientras que abajo termina en una cola de serpiente, ya que ese animal le brinda fuerza y “transmutación”. El bastón tiene incrustados los símbolos ancestrales de las cuatro regiones del país (Costa, Sierra, Amazonía y Galápagos). Por ejemplo lleva una “llira”, que fue la primera mujer de la península de Santa Elena, así como una silla de piedra (Costa) de la Cultura Valdivia. También hay símbolos de la cultura Quitu, entre ellos la estrella (solsticios y equinoccios), un colibrí (Sierra), además de petroglifos de la Cultura Alta Napo (Amazonía). También se colocó una iguana y un pelícano, que representan a las Islas Galápagos. Para darle brillo al pedazo de madera no usaron barniz, sino esencias como la de sándalo. También se colocaron símbolos con pirograbado, que es una técnica que quema la madera. El artesano Marco Salgueros decoró ese bastón con 200 gramos de plata. Sobresale una esmeralda como símbolo de los Shyris. A mediados de marzo de 2009, Chandi, junto a un grupo de sabios de la Comunidad Seres Integrales del Nuevo Milenio, llevaron la pieza a las montañas. La sumergieron en la nieve de los volcanes Cayambe y  Chimborazo, y también la pulieron con las cenizas del Tungurahua. En estos lugares acamparon durante más de dos días. Chandi cree que los bastones se “llenan de energía”. Un nuevo bastón para Moreno El humo del tabaco anuncia que el trabajo de Chandi sigue. Huele a incienso. Con sus manos y con la ayuda de lijas y una máquina cortadora y pulidora da relieves a un bastón para Moreno, que espera entregarle, “sin apuro, en algún momento”. Para esta creación escogió guayacán, que encontró Caravero en Súa (Esmeraldas). “Lenín es un hombre duro, y esa dureza refleja esa madera”. Colocará una estrella de ocho puntas, una cruz cuadrada y un colibrí. Arriba estará el rostro de un abuelo por la sabiduría y al final el cuerpo de una serpiente. Una vela encendida y la música de instrumentos de viento le acompañan, mientras pule el bastón sobre un mantel andino multicolor. El humo del cigarrillo también forma figuras. Estará listo en 30 días. (I) {unitegallery baston_19_05_17}