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El Telégrafo
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Elecciones 2017 || Análisis

“Tras Lasso está la más nefasta partidocracia ecuatoriana”

“Tras Lasso está la más nefasta partidocracia ecuatoriana”
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El expresidente de la Izquierda Democrática (ID) entre 2009 y 2011, Dalton Bacigalupo, responsabiliza de la crisis del partido al actual candidato a la Vicepresidencia por la alianza CREO-SUMA, Andrés Páez.

En 2011 la organización política -que en 1988 llevó a la Presidencia a Rodrigo Borja- se dividió. Páez, como exlíder del partido, propició una convención (ilegítima, según Bacigalupo) que nombró a Henry Llanes como nuevo presidente de la ID.

La disputa desencadenó una crisis institucional, la deserción de los militantes más representativos y su salida del tablero político al no lograr reinscribirse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Ahora cuestiona al compañero de fórmula de Guillermo Lasso por sus ‘camisetazos’ al pasar de la centroizquierda a la derecha neoliberal.

El binomio de CREO-SUMA, conformado por Guillermo Lasso y Andrés Páez, entró a la recta final de la campaña. ¿En qué basa sus reparos al candidato a la Vicepresidencia?

Guillermo Lasso sabe que, de llegar al Gobierno, primero tendrá que cuidarse de Andrés Páez. Y antes de eso, Lasso tiene que explicarle al país por qué, una semana antes de decidir quién sería su binomio presidencial, le aseguró a Ecuador que Páez no sería su vicepresidente. Seguramente tuvo suficiente información respecto de quién es en el fondo Páez. Ya tenían un precandidato a la Vicepresidencia, un empresario quiteño, pero una semana después Lasso anunció que su vicepresidente sería Páez. Lasso debe explicarle al país quién le impuso esa candidatura.

¿Qué causó el fracaso de la Izquierda Democrática (ID)?

En su momento el partido no pudo reinscribirse porque experimentó la traición de un exdirigente, el doctor Andrés Páez. Cuando yo era presidente de la ID, él fraccionó el partido y con sus seguidores se fue a la tienda capitaneado por el banquero Guillermo Lasso (fundador del movimiento CREO). Es una suerte de travestismo ideológico y político, porque se pasó de la izquierda a la radical derecha. Es un hombre que no tiene norte político.

¿Cómo llegó Páez a la ID?

No conozco realmente cómo llegó, pero hizo una carrera importante dentro del partido. No lo conocía mucho, luego me encontré con él para impulsar al partido. Pero todo fue una farsa, decía ser socialdemócrata, leal a la ideología de un partido, y finalmente se vendió al banquero Lasso, por un puesto de asambleísta por Pichincha.

¿Qué papel jugó en la ID?

Ocupó varios cargos dentro del partido. Fue consejero por Pichincha, luego viceprefecto (...). Fue ascendiendo, pero sus intereses personales prevalecieron. Históricamente, es el gran causante de que el partido, durante mi gestión, no pudiera reinscribirse ante el CNE, ya que en una falsa convención nacional nombró como presidente a Henry Llanes (actual asambleísta por CREO en reemplazo de Páez, ndlr).

¿Perjudicó al partido?

Cuando fui presidente, él quería (en 2012) que impulsemos su precandidatura a la Presidencia de la República, para luego negociar ventajas personales y utilizar el partido una vez más. Al no prestarme a este proyecto, dividió al partido para llevarse a sus seguidores a CREO.

La ID tenía un fondo económico, ¿qué pasó con ese dinero?

Páez, cuando fue presidente de la ID, administró $ 1’100.000. Cuando yo asumí el cargo recibí un partido con $ 60.000 de saldo.

¿En qué invirtió tanto?

¡Se lo gastó! Se repitieron pseudo reuniones con viajes de gran acompañamiento. Páez fue uno de los dirigentes que más recorridos hizo.

¿Esos recorridos fueron una oportunidad para acercarse a la derecha?

Páez es un logrero de la política, planea cómo crecer según sus intereses. Ahora es un agitador a sueldo de la derecha.

Páez y Llanes lo desconocieron como presidente de la ID, ¿qué hubo detrás de eso?

Como yo era presidente del partido, los intereses de Páez no se podían concretar. Él quería un presidente adicto, un títere de sus decisiones. Por eso inventaron una falsa convención en Ambato y eligieron a un presidente fraudulento.

Con los últimos resultados electorales, tras el desgrane de la ID, ¿fue un éxito lo logrado el 19 de febrero pasado?

Creo que es un mérito haber obtenido 4 curules en la Asamblea Nacional, el partido tiene apenas 4 meses de reinscrito. La tarea a futuro es enorme, tiene que promover nuevas dirigencias provinciales y reclutar más miembros.

¿Volverá la ID a ser una fuerza política importante en el país?

Ese espacio histórico en la centroizquierda lo ocupa PAIS. La magnitud y la envergadura como organización política de PAIS fue la que tuvo, alguna vez, la ID. Recuperarlo será una tarea importante a futuro, la ID debe presentarse como una alternativa a PAIS, dentro de la tendencia de centroizquierda. Como en todo, llegará el momento en que PAIS comience a sentir el desgaste y allí la alternativa podría ser la ID.

¿Por quién votará el 2 de abril?

Votaré conforme a mi conciencia y principios ideológicos. Que no esté afiliado a la ID no quiere decir que he renunciado a mi convicción socialdemócrata. Votaré por quien lo hará la mayoría de la ID, por Lenín Moreno. No puedo apoyar las tesis neoliberales y, peor en el orden práctico, no puedo de ninguna manera hacer un  transfuguismo (cambio) ideológico y apoyar al candidato Lasso, tras del cual está la más nefasta partidocracia corrupta ecuatoriana.

Pero la postura oficial de la ID es no apoyar a ningún candidato...

Hay un electorado que, en su mayoría, votará por Moreno y otro que, de manera díscola, votará por Lasso.

¿Cómo analiza el panorama electoral a días del balotaje?

Es lógico que haya dos posturas que al enfrentarse generen esta polarización. Pero hay gente que defiende el trabajo en la última década; también quienes, incluso por necesidad política de sobrevivencia, se han alineado a la candidatura de Lasso porque no les queda otra cosa. Con él están muchos sectores corrompidos de la partidocracia corrupta.

¿Es decir que allí están todos los que perdieron desde 2007?

Toda esa vieja política representada en el bucaramato, alarconato, mahuadato, gutierrato y en el feriado bancario. El país no quiere volver a eso. En esos 10 años hubo siete presidentes de la República y eso tiene que recordarlo el país. Con todos los errores que haya cometido la Revolución Ciudadana, la gente sabe que son muchos los aciertos y el balance es altamente positivo. (I)

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