¿Cuál es la propuesta que difunde?

Primero un gran pacto por la producción nacional para defender y consolidar la industria nacional. Esto tiene que ver fundamentalmente con una revisión participativa de las leyes para ver por qué los incentivos que están previstos en los marcos legales no se utilizan en su totalidad y procurar una mejora. No nos olvidemos que nosotros tenemos un gran cúmulo de incentivos, por ejemplo en el Código de la Producción, en la Ley de Economía Popular y Solidaria.

¿Si ya hay esos incentivos para qué otra norma?

La pregunta es si están utilizando todos esos incentivos, si no, por qué y en qué medida mejorarlos, pero este elemento se debe complementar con algunos requisitos de desempeño del sector productivo, tendría que haber metas de reinversión y generación de empleos.

¿Promover qué tipo de trabajo?

Trabajo joven, desde la Asamblea debemos impulsar un nuevo Código de Trabajo con reformas puntuales que vuelvan a fortalecer elementos como el seguro de desempleo, el primer trabajo, con la posibilidad de que un porcentaje de la nómina de las distintas empresas tenga participación de personas entre los 18 y 30 años, con mecanismos de estabilidad, seguridad para el sector de los trabajadores, es decir, el énfasis tiene que ver con el empleo joven y el fomento del emprendimiento para los jóvenes que en la actualidad tienen una característica distinta, pues no necesariamente quieren una relación de dependencia en lo laboral. Son jóvenes proclives a generar emprendimientos propios.

¿La reforma también incluye cambios en los horarios?

No necesariamente todos debemos estar en nuestro sitio de trabajo, por eso se debería reconocer un tipo de trabajo por objetivos o con flexibilización de horas. Cuando se define trabajo por horas se puede administrar el tiempo y se podría laborar más en la noche o la mañana, lo importante es que se cumplan los productos, es decir un Código de Trabajo que reconozca modalidades laborales afines a grupos poblacionales, cuidando de que se respeten y cumplan todos los derechos del trabajador.

¿Esto implica también reformas educativas?

En la Ley de Educación Superior creo que ahí lo que tuvimos es una suerte de esencialización de la figura del doctorado PHD, cuando se debe también fortalecer la educación técnica, tecnológica. Nuestra propuesta es que los institutos tecnológicos sean catalogados como verdaderas universidades, lo cual amerita un cambio pequeño en la legislación.

¿En el área social qué propone?

Me parece importante todo lo relacionado con el bienestar social de los ecuatorianos y para eso creo que hay que consolidar la ley que estructure un sistema nacional de inclusión social y un sistema de cuidados que tenga atención prioritaria a niños de 0 a 5 años, en las personas adultas mayores de 65 años y cualquier ciudadano que esté en situación de vulnerabilidad.

¿La gente durante sus recorridos es receptiva a estas propuestas?

Constatamos el apoyo de la gente a un proceso de desarrollo y político que ha sentado bases estructurales,  la gente no está en la política del borra y va de nuevo, no cree en los políticos que te dicen que nada vale y está en contra de esas visiones catastróficas de la sociedad. Fundamentalmente lo que piden es mejoras en la calidad de los servicios públicos, en los niveles de eficacia, rapidez en la atención de los servicios de salud, que se pulan cosas como el transporte a las escuelas del milenio, asignación de cupos en colegios que están en tu área, es decir absoluta validación de los conceptos con los que hemos trabajado todo este tiempo. (I)