Como un intento de hacer escándalo calificó la vicepresidenta del CNE, Nubia Villacís, la visita de políticos de oposición al organismo regional en días pasados. En su visita ayer a Guayaquil, explicó el alcance del certificado a la calidad que otorgó la OEA al ente electoral.  

Grupos políticos han pedido que la OEA observe el próximo proceso electoral, ¿cuándo fue la última vez que vino la OEA?

La OEA acude a procesos cuando son elecciones generales de los países miembros, cuando se eligen Presidente y Vicepresidente, representantes de congresos y asambleas. En Ecuador, la última vez que estuvo fue para las elecciones de 2013; es mentira que la OEA tiene años que no ha venido a Ecuador. La última vez hasta se firmó un convenio.

¿Quiénes firmaron el convenio?

El entonces presidente del CNE, Domingo Paredes, y por la OEA, Rafael Alburquerque, quien fue el jefe de la misión de observación electoral. Luego expresamos la voluntad de ir a una certificación de excelencia de calidad de los procesos electorales. Hemos trabajado en forma silenciosa, sin hacer alarde; en 2014 firmamos un acuerdo de cooperación para ejecutar el proyecto de fortalecimiento de la gestión electoral.

¿Qué involucra ese acuerdo de cooperación?

Existe una disposición general que indica que las partes se comprometen a observar los más altos estándares éticos y de transparencia administrativa en todas las acciones vinculadas a los proyectos; la OEA se compromete a cumplir con lo dispuesto en la Convención Interamericana contra la Corrupción y las normas aplicables del país donde se realiza el proyecto, es decir, todos los temas de transparencia y anticorrupción son tomados en cuenta para obtener la ISO electoral.

¿Cuándo se firmó este acuerdo?

En febrero de 2014, entre Domingo Paredes, por el CNE; y Pedro Vuskovic, representante de la oficina de la Secretaría General del OEA. Hemos estado en contacto permanente. Cuando vimos en las noticias que 14 grupos políticos solicitaron a la OEA una observación de las próximas elecciones me dio alegría porque fueron a un organismo que nos ha certificado en excelencia en calidad electoral. El 7 de julio próximo nos entregará esa certificación, la cual obtuvimos hace 15 días cuando pasamos la última auditoría. Son 2 años y medio que han pasado para el proceso de acreditación.

¿Qué parámetros se miden para que la OEA otorgue esa certificación y cómo se llama?

Es ISO TS/17582, una certificación de excelencia de calidad en temas de transparencia en procedimientos de más altos estándares. Incluye 8 macroprocesos empezando con el registro de votantes; el registro de las organizaciones políticas y de candidatos; la logística electoral, que es la impresión de papeletas el desarrollo de materiales electorales; la emisión del voto o sufragio, que es el proceso en las urnas, la fiscalización y observación de las elecciones; el recuento de voto y la declaración de resultados; la capacitación electoral con nuestros funcionarios a la ciudadanía; la fiscalización de financiamiento de campañas; y la resolución de conflictos electorales. Para obtener la certificación levantamos más de 300 procesos; es un trabajo que realizamos sin ostentación, en forma técnica, cumpliendo los estándares internacionales exigidos. Nos hemos preocupado por entregar a nuestro pueblo procesos de calidad para que no exista duda de cómo se realizan los procesos electorales.

¿A qué se debe la preocupación de estos grupos políticos?

La función electoral es independiente, se maneja en forma técnica y no tiene por qué ser involucrada en temas políticos que no corresponden; lo procesos de administración electoral están en manos de la ciudadanía. Antes, cuando estaba en manos de las organizaciones más votadas (el ex Tribunal Supremo Electoral) tenían 7 vocales de diferentes organizaciones políticas, ahora ninguno tiene injerencia, por eso la desesperación que tienen con miras al proceso electoral, de volver al pasado.

Lo que ocurre es que este es un año electoral y requieren estar en los medios de comunicacion, en la palestra pública, que los entrevisten, acudan a sus ruedas de prensa, hacer temas de escándalo, pero el ecuatoriano tiene un alto criterio y sabe cuándo se lo intenta utilizar. No creo que les dure mucho tiempo la estrategia, porque sus propias palabras no tienen peso, les está rebotando.

¿El certificado ISO se convierte entonces en un aval, una garantía para los ecuatorianos?

Lo más importante es que los ecuatorianos tengan la tranquilidad de que los procesos que se realizan en el CNE tienen calidad internacional. Una certificación internacional ISO no la tiene cualquiera. (I)