Nueve líderes, cobijados en cinco partidos de la oposición, entre ellos CREO-SUMA, Partido Social Cristiano (PSC) y un movimiento local amazónico, se instalarán en mayo próximo como legisladores en el pleno de la Asamblea Nacional.

La trayectoria política y su experiencia en la gestión local forman parte de algunos de los motivos para que hayan ganado un escaño tras las elecciones del 19-F.

Por la alianza CREO-SUMA, Franco Romero y Raúl Auquilla ganaron un escaño por El Oro y Loja, respectivamente. El primero ha navegado de extremo a extremo (izquierda y derecha): ha sido militante del Partido Socialista, de la ID y del PSC. El representante de Loja, en cambio, además de estar ahora con Guillermo Lasso, ha transitado en dos partidos: Concentración de Fuerzas Populares (CFP) y PSC.

Para Adrián Bonilla, catedrático y analista político, dependiendo del momento, para los ‘caudillos’, el ser parte de una fuerza política les ayudará a ganar una elección popular.

“En las campañas electorales, los candidatos pueden interpretar cuáles son las necesidades de los electores, desde su propia imagen, ya que algunos fueron alcaldes, prefectos, dirigentes (...)”.

Considera que el elector vota, en muchos casos, por el reconocimiento a la gestión pública que ejecutó cuando era un dirigente local.

Por ejemplo, allí están los representantes por el PSC: Carlos Falquez, Luis Fernando Torres.

En el caso de Falquez, su trayectoria como alcalde de Machala y prefecto de El Oro influyó en el electorado para alcanzar una curul.

Javier Pinzón, promotor cultural de esa provincia, asegura que Machala cambió 100% con la intervención de Carlos Falquez. Pero también hay ciudadanos que critican su gestión. María Salazar, quien habita en el sur de esa ciudad, asegura que la regeneración urbana se priorizó en ciertos espacios. “Hay barrios donde la obra municipal todavía no llega”.

Marcelo Mieles, también catedrático, dijo que los líderes son parte de la tradición del país. Y que, aunque estén rodeados de polémica, seguirán siendo “formadores de opinión pública”.

Tal es el caso de Eliseo Azuero, próximo asambleísta por la ID, en representación de Sucumbíos.

A finales de 2002, Azuero fue acusado de ser el autor intelectual de un atentado fallido contra Luis Bermeo, quien en ese entonces fungía como prefecto. Luego de las investigaciones, la jueza que llevaba el caso declaró a Azuero inocente. A pesar de ello fue criticado por la opinión pública.

Mieles cree que el hecho de que muchos de estos personajes siguen en la lid política se debe a que  continúan en vigencia.

Otros personajes de la ID también regresan. Wilma Andrade, de la ID, vuelve a la Asamblea Nacional. En 2006-2010 fue legisladora, además de concejal en el Municipio capitalino. En cambio, el general René Yandún, de Carchi, ha mantenido una vida política activa desde finales de los 90, cuando fue cesado de sus funciones como general del Estado por el expresidente interino Fabián Alarcón.

Yandún recuerda que al ser designado como diputado en 1998, impulsó proyectos en consenso como el jefe de bloque.  “Hice propuestas de cambio en las asignaciones de presupuesto para los gobiernos autónomos descentralizados; también apoyé una ley para el desarrollo fronterizo”.

Por la alianza CREO-SUMA llegó Fernando Callejas, exalcalde de Ambato. Al político tungurahuense lo han apoyado organizaciones políticas de toda ideología.

 Analistas consideran que estos viejos políticos no serían lo mismo si no estuvieran en un partido tradicional. “En Guayas tiene mucha fuerza el PSC; también han existido partidos regionales muy fuertes sobre todo en el pasado; ID ha sido uno de ellos”, aclaró Bonilla.

Sin embargo, también hay líderes locales que a pesar de no tener un partido ‘grande’ a sus espaldas lograron llegar a la Asamblea.

El político Raúl Tello, en Pastaza, regresó a la contienda legislativa al ganar un escaño con el Movimiento Político Unidos por Pastaza.

Para Mieles, “el ir y venir” de un partido a otro de estas figuras depende de la capacidad que tienen para generar adhesiones, ya que eso les permitirá fortalecer un bloque en la Asamblea Nacional. Bonilla lo llama redes clientelares. “El clientelismo es la relación que expresa lealtades políticas a cambio de servicios. Eso es muy frecuente en la vida política”.

Sin embargo, los expertos consideran que en los últimos diez años, con la llegada de Rafael Correa se ha generado “un momento diferente” de la política ecuatoriana, pero eso no significa que las formas de elección de la ciudadanía hayan cambiado. (I)

Ante la falta de nuevos cuadros políticos,  'caudillos' son una opción del electorado

Problemas para formar nuevos líderes en los partidos políticos, que puedan atraer al electorado obligan a los movimientos políticos tradicionales y vigentes a postular a los viejos caudillos.

Esa es una de las conclusiones a las que llegó el historiador Jorge Núñez, quien además cree que una de las razones para  que estas figuras ganen las elecciones es porque están cobijadas por un partido, el cual -de una u otra manera- tiene credibilidad en el electorado.

“Esos partidos no encuentran cuadros nuevos que les puedan representar y por eso van con los viejos políticos, quienes  albergan mucha experiencia”.

El historiador añadió que esos políticos no se asemejan a los caciques provinciales, que tenían un “enorme poder político, fueran o no fueran legisladores”.

Dijo que uno de ellos era José María Velasco Ibarra, quien junto a varios líderes provinciales logró la Presidencia de Ecuador cinco veces.

“Existen líderes que se ganan la representación por la presencia pública, por las obras, por su capacidad de oratoria, por su personalidad y otras cosas. Pero ya no existen caciques provinciales, que eran personajes que tenían poder y conocimiento”.

Recordó que algunos utilizaban hasta la violencia para imponer sus ideas dentro de la vida pública.

“Es una vieja historia, ahora son los caudillos, que todavía son importantes”. (I)