Cambio de Mando 2017
Moreno llama al diálogo y a tener una oposición lúcida y prudente
Guayaquil- Quito.-
El llamado al diálogo y a la corresponsabilidad de todos los sectores fueron los ejes del discurso que ofreció durante 1 hora y 20 minutos el presidente de la República, Lenín Moreno Garcés, una vez que fue posesionado.
Ante cientos de asistentes, entre jefes de Estado, representantes de legaciones diplomáticas, asambleístas, autoridades, funcionarios del nuevo gobierno y simpatizantes, el Jefe de Estado esbozó su propuesta de trabajo en la que enfatizó su plan ‘Toda Una Vida’ y se comprometió a combatir la corrupción, construir 325.000 viviendas, especialmente para las familias de extrema pobreza, entre otras acciones.
“Así como el diálogo es un ejercicio de ida y vuelta, la corresponsabilidad es un compromiso de ustedes también; todos somos responsables en mayor o menor medida de lo que le sucede a cualquier ciudadano, ya es hora de dejar de actuar como víctimas”, expresó.
En ese sentido recalcó que es necesario que los ecuatorianos se sientan orgullosos de serlo y que consuman lo que aquí se produce, pero para que aquello se cristalice el productor debe tener el compromiso de no bajar los costos de producción mermando la calidad.
Esto no ocurrirá, agregó, sin el apoyo de entidades financieras comprometidas con el desarrollo del país, que velen por ofrecer acuerdos alcanzables; de allí que se requiere un sector productivo consciente de sus deberes y obligaciones y que comprenda que el tamaño y las utilidades de sus negocios deben guardar directa proporción con el bienestar y tranquilidad de sus empleados. “Es necesario que nuestros empresarios comprendan que su labor es uno de los puntales que sostienen la armonía y el bienestar de millones de familias”, añadió.
Instó al sector empresarial y a la clase política a no cometer “el desatino de hablar mal del país en el exterior; nos estamos haciendo el harakiri nosotros mismos”.
“Queremos un país repleto de comerciantes honestos que paguen sus impuestos, con la absoluta confianza de que esos recursos serán bien utilizados en beneficio de todos, que todos sean responsables y puntuales a la hora de cumplir con sus obligaciones tributarias”, enfatizó el flamante Mandatario.
Construir la ideología
Moreno consideró que es posible dejar atrás las ideologías e instó a cambiar el orden para que en adelante se construya en la práctica la ideología que marque el destino de los ecuatorianos hacia el futuro. “Mi ideología es el Ecuador”, dijo.
A los comunicadores sociales les dedicó un capítulo especial, en el sentido de que su compromiso debe ser de responsabilidad con el país, que comprendan que un trabajo mal realizado o con “mala intención” puede destruir a ciudadanos honestos y a la sociedad.
Por eso insistió en que los ecuatorianos “queremos periodistas, columnistas y editores íntegros, que escriban con la luz de la verdad y no con la sombra del odio; el periodista debe exigir justicia, no venganza”.
De igual forma se dirigió a la clase política. En tal virtud llamó a una oposición política lúcida, dialogante, prudente, de altura y de profundo respeto mutuo. Finalmente pidió que los ciudadanos dejen de considerarse víctimas.
El Jefe de Estado utilizó cerca de 5 minutos para referirse a su compromiso de combatir la corrupción; “la de ahora, la de ayer y la que podría venir, la de adentro y la de afuera”. Por eso, dijo, desde ahora ha pedido a la justicia norteamericana y brasileña que entregue la lista completa de los contratos de Odebrecht con el Estado.
“No puede ser posible que, bendecidos por el paso del tiempo, cuando pasen las tensiones políticas (los presuntos implicados en casos de corrupción) vuelvan como grandes financistas, empresarios o inversionistas e inclusive a veces como candidatos, a dar consejos sobre cómo se debe llevar adelante la política”, recalcó el Mandatario.
Uno de sus planteamientos para combatir este mal, y que incluso anunció en campaña, será convocar a todas las autoridades de control para que junto a la ciudadanía y con el apoyo de las Naciones Unidas y el sector privado, se conforme un frente nacional para luchar contra este problema.
Como ha sido su costumbre, reiteró su llamado al diálogo bajo la premisa de “nada sobre los ciudadanos sin los ciudadanos”.
Consideró que el gobierno no tomará decisiones sobre las nacionalidades sin acercarse a los indígenas, montuvios y afroecuatorianos; lo mismo cuando se emprenda un plan de desarrollo público o privado, sin la presencia de estos sectores. “No actuaremos sobre temas agropecuarios sin los agricultores, arroceros, pescadores y ganaderos, sean estos grandes, medianos o pequeños, no trataremos temas laborales sin la participación activa de los trabajadores y sus organizaciones”.
Despedida de Correa
A la ceremonia de posesión asistieron 1.650 invitados; 950 se ubicaron en la planta baja y 700 en la parte alta, y comenzaron a llegar desde las 08:00. A diferencia de las últimas posesiones, legisladores de oposición también estuvieron presentes y algunos hasta se ubicaron junto a sus colegas de Alianza PAIS.
En su discurso, el titular de la Asamblea, José Serrano, recalcó que los 137 legisladores representan la diversidad ideológica y los sueños colectivos de Ecuador, por ello los invitó a “trabajar conjuntamente”.
Tras destacar los logros en los últimos 10 años de gobierno, la emotividad se hizo presente en el salón, cuando con elogios y evocando la canción ‘Hasta siempre, comandante’, de Carlos Puebla, Serrano se dirigió al Presidente saliente y le dijo: “Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida presencia, Rafael Correa Delgado”. En la ceremonia, un niño se puso en frente de las autoridades para expresar “gracias Correa, te vamos a extrañar; bienvenido Lenín, presidente”.
Enseguida 14 cantantes de diversas nacionalidades, grupos sociales y con discapacidad, interpretaron las canciones ‘Nunca te voy a olvidar’ y ‘Canción de amor’. Hubo lágrimas entre algunos presentes, como la primera vicepresidenta de la Asamblea, Viviana Bonilla. La emotividad y la tristeza se prolongaron durante la entrega del Informe a la Nación sobre el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo, que realizó Correa, en un libro de 211 páginas, y la imposición de la banda presidencial a su sucesor, Lenín Moreno.
Luego se anunció el retiro del recinto legislativo de Rafael Correa. Fueron 7 minutos de despedida con las autoridades y asistentes, mientras que desde las barras altas se escuchaban gritos de apoyo.
Mientras se anunciaba a la delegación de Venezuela, un grupo de legisladores del PSC exhibió carteles con leyendas en contra del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Si bien la ceremonia concluyó a las 13:00, el salón quedó vacío a las 14:00. Los periodistas fueron los últimos en salir.