El Acuerdo Nacional por el Cambio, donde confluyeron la Izquierda Democrática (ID), Unidad Popular y Pachakutik (PK), logró el 6,7% de la votación a favor de  Paco Moncayo. Pero al presentar listas independientes para asambleístas nacionales, solo la ID y PK obtuvieron curules.

¿Cómo evalúa el proceso electoral?

Fue una campaña enormemente desigual. Por un lado el Gobierno con 10 años en el poder y una infraestructura mediática, política, técnica y económica; por otro lado el banquero (Guillermo Lasso)  desde hace 6 años en permanente campaña, con millones de dólares y toda la logística de la derecha ecuatoriana e internacional.

Mientras que desde el Acuerdo Nacional por el Cambio, faltando apenas un mes para cerrar las inscripciones, decidimos candidatizar a Paco Moncayo. Y faltando tres días, tomaron la decisión de que yo encabece la lista para asambleístas nacionales. Llevamos propuestas serias y viables para el Ecuador, pero no se reflejó en el debate ciudadano que estaba ya polarizado entre el correísmo y anticorreísmo.

¿La fórmula del debate no ayudó?

Estuvimos en el medio de esa situación con una propuesta responsable, pero a veces las ofertas demagógicas como ofrecer un millón de empleos o vivienda gratis ‘pegaron’ más en la sociedad.

¿Por qué no logró una curul?

Bueno, como lo dije, faltando tres días para las elecciones me propusieron como candidato. Nosotros no tenemos la plata ni la logística, pero aún así agradezco a los 300.000 ecuatorianos que confiaron en una persona coherente que siempre defendió los intereses del país. También hay que analizar la dispersión en las listas de asambleístas, por un lado ID y Unidad Popular, lo que influyó para que del Acuerdo no ingresen asambleístas nacionales. Son lecciones que debemos aprender.

¿Cómo lee la votación nacional? PK tiene tres prefectos en la Amazonía donde ganó el candidato de CREO.

El candidato de CREO también gana en provincias de la Sierra y de eso no nos pueden responsabilizar a nosotros sino al Gobierno. Los prefectos Marcelino Chumpi (Morona Santiago) y Salvador Quispe (Zamora Chinchipe) apoyaron abiertamente a Guillermo Lasso. Ese tema fue analizado en el movimiento y al final se sometieron a la decisión nacional; trabajaron por el candidato del Acuerdo Nacional.  

¿Quizá ese respaldo tardío debilitó la campaña de Paco Moncayo?

No creo. Somos un movimiento orgánico y ganamos cinco asambleístas, lo que demuestra la fuerza política que tenemos. Y no fue una reacción tardía sino que se trata de una fortaleza que allí ganemos asambleístas.

Frente a una segunda vuelta electoral, ¿cuál es su postura?

Soy orgánico y respetaré la decisión que salga de la Conaie y PK el próximo jueves. Podemos tener opiniones personales, pero eso se debate internamente.

¿Y qué propondrá en el Consejo Político del 2 de marzo?

Escucharemos a la gente e informaremos sobre la campaña. Independientemente de quién llegue a ser presidente, nos debe interesar el futuro del país; una agenda de Estado. Los candidatos nos tienen que decir cómo afrontarán la crisis económica. Es fácil ofrecer un millón de empleos o  eliminar los impuestos -como dice el señor Lasso-, pero nos tiene que explicar cómo financiará el gasto público.

El candidato de Alianza PAIS (Lenín Moreno) también habla de vivienda gratuita, pero ¿cómo lo hará?. Para nosotros es fundamental plantear la amnistía para quienes han sido criminalizados en la protesta social, así como una agenda legislativa.

Si nos apegamos a las cifras, el Acuerdo Nacional obtuvo el 6,7% de la votación. ¿Eso revelaría que la mayoría de ecuatorianos no comparte esa agenda?

Nosotros jamás seremos oportunistas con los resultados que tengamos o hayamos tenido. Nos movilizaremos por el bien del país, no de la coyuntura.

¿El Acuerdo Nacional continuará después de los comicios?

Nuestra aspiración es que se mantenga, pero eso lo decidirán los dirigentes. Por eso no podemos caer en oportunismos y cuidar este proceso, porque cualquiera que llegue al poder tendrá que afrontar un escenario complicado y el movimiento indígena debe estar preparado. (I)