La organización tiene un acuerdo con PAIS
La Fenocin diseña su estrategia para 2017
La Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) trabajó ayer, en Quito, con sus bases (1.250 organizaciones de segundo y primer grado) para definir sus propuestas sobre el Código Ingenios y analizar las perspectivas de la organización de frente a las elecciones de 2017.
Sobre este último punto, Santos Villamar, presidente de la organización, agregó que en los primeros días de mayo tomarán una postura en conjunto. Sin embargo, adelantó -a título personal- que el proyecto político de Revolución Ciudadana fue construido desde las bases y “lo seguimos manteniendo”.
A su criterio con el actual gobierno, hay “política pública que se asienta en los territorios, pero aún falta profundizar el tema agrario”.
El dirigente nacional Franklin Columba agregó que les interesa conocer el criterio de las bases. “Estamos consultándoles sobre los temas de coyuntura. Debemos tomar decisiones en éste, que es un año electoral”. Por ello sugieren un “diálogo nacional” para “pensar qué tanto las políticas públicas han beneficiado a la organización”.
El parlamentario andino, Pedro de la Cruz, recordó que la Fenocin, junto al Partido Socialista, tiene un acuerdo con PAIS. Aunque reconoció que aún faltan proyectos y programas en favor de la clase campesina e indígena, agregó que son “coherentes con los principios políticos” y que no “los traicionarán”.
Añadió que “hay avances con las leyes de Agua, Tierra, hay un respeto al campesino y los ciclos de apoyo a la comercialización, además de los créditos”.
El líder indígena afirmó que la Fenocin ha pensado en crear un movimiento político a largo plazo. Sin embargo, ese planteamiento no se concretará para las elecciones del próximo año.
Cambios en el Código Ingenios
En la cita, la organización debatió los cambios en el Código Ingenios, que ahora está en consulta prelegislativa.
Según Columba, sugieren más apertura al “enfoque intercultural” y no solo un libro para la medicina intercultural. Además, proponen un centro de saberes ancestrales para intercambio de conocimientos.
Para Villamar, los conocimientos ancestrales no deben patentarse de manera individual, sino colectiva y que las transnacionales no se apoderen de la medicina tradicional. (I)