Desde las 07:00 de ayer, decenas de personas se concentraron en los exteriores de la escuela San Francisco de Quito, al norte de la capital. Ese establecimiento fue el recinto electoral en donde ejerció su derecho al sufragio el presidente Rafael Correa.

La llegada del Mandatario que durante 10 años ha guiado los destinos de Ecuador estaba prevista para las 07:30. Por ello, desde las 07:15 arribaron simpatizantes y ciudadanos hasta ese recinto, para saludarlo y agradecerle su gestión.

Lo acompañaron varios funcionarios, entre ellos, el canciller Guillaume Long; el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja; los ministros Freddy Ehlers y Paola Pabón; los asambleístas Virgilio Hernández y Soledad Buendía; y el secretario de Comunicación, Patricio Barriga.

Los candidatos a asambleístas Pabel Muñoz y Marcela Holguín también se hicieron presentes para acompañar al Primer Mandatario.

Correa arribó 45 minutos después. Cerca de 200 ciudadanos le hicieron calle de honor desde la entrada de la escuela hasta el aula en la que se instaló la mesa de votación.

Saludó con los simpatizantes y sufragó. Antes de retirarse del recinto electoral resaltó: “Esta debe ser una fiesta de democracia, de paz y alegría”. Agregó que se va con nostalgia, pero con la satisfacción del deber cumplido, aunque indicó que aún falta mucho por hacer. “Los ecuatorianos tienen en sus manos para elegir su futuro”.

Sobre la campaña electoral y las propuestas de gobierno de los diferentes candidatos, señaló que dejaron mucho que desear: “Cuando se da una campaña tan sucia, se ve que no existieron propuestas”.

En un rápido recuento de los 10 años de gestión, afirmó que cuando llegó a la Presidencia encontró una sociedad desmoralizada, pero “hoy el orgullo de ser ecuatoriano se encuentra en todos los rincones del planeta”. Dijo que entregará el país con una “economía recuperada”.

Tras contestar las preguntas de los periodistas, se abrió paso entre la multitud que se concentró a su alrededor para despedirlo, estrechar su mano y tomarse selfies, tal vez, por última vez. Subió al vehículo y desde la ventana formó un corazón con sus manos, entonces los presentes corearon: “¡Correa, amigo, el pueblo está contigo!”.

El presidente Correa, en exclusiva con EL TELÉGRAFO, pidió a los ecuatorianos estar más unidos que nunca “para apoyar a Lenín (Moreno) y a la siguiente etapa de este proceso de la Revolución Ciudadana, que es leyenda”. A su criterio, ciertos sectores de oposición que hablan del fraude electoral no tienen más que decir: “Si les ganamos con más de un millón de votos”. (I)