Representantes de más de 100 organizaciones indígenas del país se reunirán en la Confederación Intercultural Campesina del Ecuador (Amaru) el próximo 11 y 12 de julio.

Según Luis Simbaña, presidente nacional de Amaru, la organización pretende ser “la expresión del nuevo movimiento indígena para Ecuador”. Por ello nace en contraposición a organizaciones como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y su brazo político Pachakutik, con los cuales no se sienten identificados, ni representados.

En Amaru están 100 organizaciones indígenas de la Costa, Sierra y Amazonía. Representarían a más de 100 mil familias de pueblos afroecuatorianos, montuvios e indígenas. Tienen presencia en Pichincha, Manabí, Santo Domingo, Esmeraldas, Imbabura, Sucumbíos, Santa Elena, Guayas, El Oro y Loja.

Simbaña hizo un llamado a las organizaciones de los sectores periféricos de las ciudades, del campo y urbanos para que emprendan una acción de lucha unitaria.
Indicó que —al contrario de organizaciones como Pachakutik— no piensan en un partido o organización política con inscripción ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para participar en las elecciones del 19 de febrero del 2017, sino que más bien plantean “una organización social comunitaria, de pueblos y nacionalidades”.

Por ello sugieren la construcción de un sistema de economía, popular y comunitaria. “Queremos hablar de la otra macroeconomía que no se evidencia, solamente se habla del petróleo, de la crisis, pero no se dice nada de la economía comunitaria que está vigente y estamos dando la cara al Ecuador”.

El dirigente reconoció las acciones a favor de los indígenas que emprende el Gobierno de Rafael Correa. Por ello trabajarán a favor del Ejecutivo y rechazaron los que calificaron de “intentos de calentamiento de las calles” por parte de “grupos neoliberales”. “Quien quiera ganar la presidencia del país, la Asamblea, debe hacerlo en las urnas”, dijo Simbaña. (I)