El presidente de la Ecuarunari, Yaku Pérez, fue uno de los protagonistas de la marcha que llegó a Quito. Expresó su descontento porque asegura que la explotación minera a gran escala ha llegado al 15% en el territorio nacional.

Explicó que cuando finalizó el gobierno de Rafael Correa solo había el 12%. También denunció que, al igual que en el Gobierno anterior, se sigue criminalizando a los defensores del agua y a la protesta social.

¿Por qué dice que se los criminaliza?
En la provincia de Azuay estamos criminalizadas 32 personas por defender el agua; nos acusan de haber cometido el delito de sabotaje. Exigimos amnistía para nuestros defensores de la vida que han sido acusados, criminalizados y hasta sentenciados.

¿Cuáles son sus peticiones?
Tenemos peticiones al poder Ejecutivo y Legislativo. Al primero, que cumpla con lo ofrecido de archivar las concesiones mineras que no han cumplido con consulta previa, con el mandato minero y con los estándares internacionales en materia ambiental.

También pedimos que se reactive el sector agropecuario, que está en crisis por el abandono de los campos y de los pequeños productores y ganaderos. Otro punto es la restitución de la Educación Intercultural Bilingüe, pero que sea en serio, no que se quede en retórica, y la reapertura de escuelas comunitarias cerradas.

¿Qué piden al poder Legislativo?
Que esté atento a la presentación de un proyecto de medidas orgánicas para que se prohíba la minería metálica en el territorio nacional, que no quede un solo delincuente de (Rafael) Correa en la impunidad, que todos vayan a la cárcel y que devuelvan hasta el último dólar que se robaron y por lo que ahora tenemos una crisis económica.

¿Cómo evalúa la marcha comparada con las anteriores?
Recuerdo que la primera marcha fue en 2002 y el pueblo estaba apático, no les importaba el agua. Para 2014 y 2015 se despertó. Arrancamos en Zamora Chinchipe, seguimos a Loja, para luego entrar a Azuay y Cañar, y nos aplauden. La población está contra el extractivismo. El oro no nos salvará de la pobreza, nos hundirá más. (I)