Yaku Pérez: "Mi candidatura es de gente joven y honesta"
Si hay algo peor que discriminar a una persona es acusarla de atribuirse algo que no es, y Yaku Pérez, candidato presidencial por el movimiento Pachakutik, ha sido víctima de ese oprobio.
Se dice de él que no es indígena e incluso, en una suerte de diatriba, se le ha enrostrado su apellido de origen europeo, Pérez, como falaz prueba de ese infundio.
Los autores de tal vituperio parece que ignoraran esa tradición propia de la época feudal de poner a toda la servidumbre, una vez bautizada, el apellido del dueño del señorío.
Y si alguien tiene dudas del ADN de Yaku Pérez, que le escrute la mirada.
Sus ojos oblicuos, el color de su pelo y el matiz de su piel hablan de sus raíces, sin embargo el infundio ha hecho mella.
¿Usted es el representante del movimiento indígena en estas elecciones?, le preguntan en la rueda de prensa que ha convocado, entonces él responde rauda y contundentemente: "No soy candidato a presidente de la Conaie sino a presidente de 17 millones de ecuatorianos".
El público que se ha dado cita en uno de los salones del hotel Unipark, este 1 de febrero de 2021, en Guayaquil, prorrumpe en aplausos.
"Estas manos son manos callosas que han cogido el azadón, el pico, la pala y la sierra. Confieso que no sé muchas de las actividades de la Costa, pero he estado muy de cerca ayudando a sembrar el arroz".
Con estas palabras, Yaku Pérez muestra su cercanía y su preocupación por el agro ecuatoriano y su motor: los agricultores. De hecho, a esta cita ha acudido un grupo de agricultores montuvios para darle un espaldarazo.
"Los hermanos agricultores me han contado con lágrimas en los ojos su tragedia, es más, cuando están sembrando ya están vendiendo su cosecha, pero les pagan a precio de gallina robada. Vamos a incorporar los centros de acopio, a implementar plantas para el procesamiento de arroz, cacao, café; crearemos la empresa nacional de acopio y comercialización de alimentos, con eso vamos a pagar el precio justo, de sustentación, a los productores de maíz, cacao, banano, arroz y a la vez venderles a un precio justo a los consumidores. Comercio justo porque el Estado no debe estar para proteger a los monopolios u oligopolios sino para proteger a los auténticos productores, agricultores, ganaderos y consumidores".
El encuentro, el último de su campaña en el puerto principal de cara a las elecciones generales que se celebrarán este 7 de febrero de 2021, está atiborrado de seguidores que con banderas del arcoíris en mano vierten arengas cada minuto en favor del candidato.
Yaku Pérez luce cerebral, contundente, con esa lucidez y vehemencia de quien desea dejar un mensaje claro. Ya en su oratoria, vuelve a repetir algunas de sus propuestas, como dar crédito asequible y bajar la tasa de interés.
Fustiga al candidato Guillermo Lasso con una frase lapidaria: "si es banquero, que no prometa y que baje ahora mismo las tasas de interés".
También aprovecha para pasar revista a ese leonino impuesto del 2% a los artesanos, pago que será derogado en cuanto tome las bridas del gobierno, asegura; además deplora la hiperregulación que existe en el país porque "no es posible que un comerciante encuentre tantas trabas para abrir un negocio, como tasa de bomberos, permiso municipal, tasa de suelo...".
El tema de la salud ocupa gran parte de su alocución de tal suerte que exterioriza un deseo con el cual muchos ecuatorianos están de acuerdo: "El ministro de Salud (Juan Carlos Zevallos) debió haber renunciado hace rato. No puede ser privilegiado ni privilegiar empresas privadas (entiéndase hospital de los Valles)”.
También dice que no permitirá la privatización de la salud "porque es privatizar la vida", además da dos nombres ante la pregunta de a quién elegiría como ministro en esta cartera: Jaime Breilh, exrector de la Universidad Andina Simón Bolívar, o Gustavo Vega Delgado, rector de la Universidad Internacional de Ecuador (UIDE).
Luego lo interpelan por haber participado en las manifestaciones de octubre de 2019 y él responde con serenidad: "No salí a derrocar al gobierno sino a derogar el decreto 883 que quitaba los subsidios... y lo logramos".
Entonces habla del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), del Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol), del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) y dice que investigará con apremio las travesuras que se han cometido en ellas.
También aborda el tema de la seguridad y expresa su solidaridad a la familia del presentador Efraín Ruales, abatido por sicarios hace unos días en Guayaquil. En ese sentido, su propuesta para combatir la delincuencia, aclara, tiene dos vías: primero, la articulación entre la Policía Nacional y los municipios, y segundo, una minga con la ciudadanía.
Pone como ejemplo lo que ocurre en las comunidades indígenas: "Hay que organizar a la ciudadanía".
Le preguntan si reducirá el número de empleados públicos y responde que no habrá despidos, pero sí limpieza "porque los servidores públicos están para servir a la gente". Y usa la primera persona del plural para ilustrar con elocuencia su postura: "nosotros también seremos servidores públicos; el poder es efímero y después de 4 años, les aseguro, no iremos a Bélgica ni a Miami".
Con sus inseparables pañuelo policromático y camisa blanca, el doctor en Economía de cejas pobladas y dentadura brillante habla de un hecho que parece ser parte del paisaje guayaquileño y que le ha llamado tristemente la atención: ver a niños descalzos en la cooperativa Flor de Bastión, una escena tan ajena para ciertos políticos pero muy cercana a él porque le recuerda su niñez.
"Aquí tenemos inteligencia, neuronas y corazón, mi candidatura es para revolucionarios, gente que de verdad quiere cambiar la forma en que vivimos", desovilla Yaku Pérez Guartambel e intenta al término del encuentro, luego de dos horas, abrirse paso entre los militantes para empezar su último recorrido por el puerto principal antes de las elecciones generales, pero las solicitudes de fotos, que captan la chakana andina pegada como tatuaje en su pecho, no cesan.
Mientras el candidato se deja seducir por cada pedido, en los exteriores del hotel un grupo de jóvenes que enarbolan la bandera de Pachakutik lo espera con entusiasmo y música de fondo: "zapateando zapateando por aquí, zapateando zapateando por allá; zapateando zapateando por aquí, Yaku Pérez Yaku Pérez va a ganar".
El ambiente festivo contagia a los transeúntes que sacan sus teléfonos para inmortalizar la juerga, entonces un par de huevos lanzados con furia caen sobre sus pies. Son los militantes de otro partido. Los jóvenes se repliegan un rato, auscultan todititooo su vestuario y luego de reponerse del susto vuelven al ruedo: zapateando zapateando por aquí, zapateando zapateando por allá; zapateando zapateando por aquí, Yaku Pérez Yaku Pérez va a ganar.