El Palacio Legislativo fue el escenario en el que María Alejandra Muñoz fue posesionada este miércoles 22 de julio de 2020 como la cuarta Vicepresidenta de la República del actual régimen.

El acto se realizó en una sesión mixta en la Asamblea Nacional, ya que 131 legisladores asistieron al evento de manera virtual, mientras que las autoridades del Gobierno acompañaron a la nueva autoridad en el pleno.

Cerca de las 13:30, César Litardo, presidente del Legislativo, tomó el juramento a la Vicepresidenta de forma telemática, debido a que se recupera del covid-19.

Litardo dijo que la posesión de Muñoz es histórica, puesto que desempeñará su cargo en medio de una crisis económica y sanitaria. Por ello, le deseó éxito en sus funciones, pues su trabajo se reflejará en el éxito del país; y ratificó el compromiso de la Asamblea en cumplir con la democracia en el marco de la ley.

En su intervención, la Vicepresidenta, quien llegó a la sala Nela Martínez junto a su familia, mencionó que ha servido al país en lo académico, privado y público. “El funcionario público tiene que caminar más estrictamente por el sendero de la ley”, dijo.

Mencionó que Ecuador y el mundo viven una crisis sanitaria y económica impredecible; sin embargo, indicó que “la crisis más profunda es la ausencia de referentes éticos en nuestra sociedad, en la familia e instituciones”.

Sobre la corrupción, la Segunda Mandataria dijo que el mayor daño que ha causado en la ética de la sociedad es haber asociado la palabra corrupción con el dinero.

Aquello, agregó, es porque en términos éticos, corrupción es todo aquello que pretendía decir: yo por encima de la ley, de la norma, del otro. “Los países que más rápido saldrán de la crisis sanitaria y económica son los que fomenten el comportamiento con sus ciudadanos, la confianza, nuestro comportamiento ético e inclusivo es la única salida”.

De igual manera, agradeció al Presidente de la República, Lenín Moreno, por darle la oportunidad de servir al país; a la Asamblea, por el ejercicio democrático demostrado el pasado 17 julio, cuando fue elegida con 75 votos.“Si respetamos la institucionalidad del país, construimos confianza ciudadana, necesitamos confiar”, aseguró.

Muñoz dijo también que durante los diez meses de funciones que quedan del actual régimen será el tiempo de servir con paz, con testimonios de coherencia entre lo que se dice y se hace. “Diez meses es una eternidad para una madre con un hijo desahuciado, muy corto para cerrar las brechas de desigualdad social que nos separan”, pero que cada minuto de su gestión lo pondrá al servicio del país para sembrar confianza y paz.

Posteriormente a su posesión, Muñoz tuvo una reunión con su equipo de trabajo, en la sede de la Vicepresidencia, ubicada en el Centro Histórico de Quito.

Para el legislador Homero Castanier, del movimiento CREO, lo importante es que Muñoz ratificó que terminará su mandato y que le pareció prescindible su pronunciamiento sobre la corrupción. “Es vicepresidenta de todos los ecuatorianos y debe responder a ellos; no la veo haciendo un trabajo de nexo entre Ejecutivo y Legislativo, le veo alejada de cosas políticas”.

La asambleísta Ximena Peña, de Alianza PAIS (AP), dijo que lo más saludable para el país fue votar, el viernes pasado, por al actual vicepresidenta. Acotó, en un medio radial, que para el cargo se requería de una persona que refrescara la imagen del Gobierno y que enviara un discurso que baje tensiones entre sectores. (I)