La estatua de Néstor Kirchner que estaba en la parte frontal del edificio que funcionaba como sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la Mitad del Mundo, al norte de Quito, fue retirada para embodegarla mientras se prepara la mudanza del organismo a Cochabamba, en Bolivia.

El canciller de Bolivia, Diego Pary, anunció anteriormente que en esa ciudad tiene lista la infraestructura para implementar las oficinas administrativas y de reuniones de la entidad.

La Cancillería de Ecuador, por su parte, emitió un comunicado donde señala que el edificio de la Unasur, sus muebles y equipos son actualmente administrados por la Secretaría General del organismo. El Estado ecuatoriano no tiene al momento jurisdicción sobre los mismos.

"Con miras a una futura reversión al Estado ecuatoriano del edificio, que pertenece a Ecuador que invirtió alrededor de $44 millones en su construcción, la administración de la Secretaría General de la Unasur se encuentra embodegando aquellos bienes que fueron donados en el pasado por determinados países miembros de la entidad y que, por tanto, no pertenecen al Ecuador", apunta el comunicado. 

Por este motivo, la estatua de Néstor Kirchner se guardó- seguramente- para el inicio del traslado de la sede.

Esto, luego de que el pasado 17 de septiembre la Asamblea Nacional aprobó el informe de denuncia de su tratado constitutivo, con lo que el Ejecutivo podrá firmar el decreto para la salida de Ecuador del ente regional, con lo que se sumará a Colombia que también oficializó la salida de la Unasur.

Además iniciaron trámites para abandonar la entidad Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y Perú.

El 25 de septiembre se reunieron en Nueva York los ministros de Relaciones Exteriores de estos países, para suscribir la declaración por la que consensuaron los procedimientos para el funcionamiento de un nuevo foro de integración denominado PROSUR.

La Unasur comenzó sus funciones el 11 de marzo de 2011 conformada por 12 países. Y la crisis en la organización se inició en 2017 cuando estos Estados miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre un nuevo secretario general; se agravó por las posiciones encontradas sobre la crisis venezolana y entró en una fase crítica en abril de 2018. (I)